Cuando uno empieza una dieta para perder peso, lo normal es que al cabo de un tiempo, y si se lleva el plan de forma exhaustiva, esos kilos de más desaparezcan. Pero… ¿qué ocurre después? Pues la mayor parte de los estudios confirman que al cabo de un año aproximadamente, se vuelve a subir de peso y el esfuerzo realizado no sirve de nada. ¿Por qué?
A esta pregunta quiere dar respuesta un nuevo estudio internacional publicado en The British Medical Journal que, en primer lugar, confirma que la mayoría de las dietas, independientemente de cuáles sean, conducen a la pérdida de peso y a una bajada de la presión arterial, pero estos efectos desaparecen en gran medida después de un año. La investigación se basó en los resultados de 121 ensayos aleatorios con casi 22.000 pacientes, con una edad promedio de 49 años. Cada persona seguía alguna de las dietas más conocidas: paleo, cetogénica o mediterránea. Todos los datos fueron registrados, tanto el peso como los cambios en los factores de riesgo cardiovascular.
La evidencia mostró que los pacientes lograron perder peso en los primeros seis meses pero que, al cabo de los doce, lo habían recuperado. Según expertos, por lo general, cuando alguien comienza una dieta, experimenta una pérdida de peso de inmediato, especialmente si está motivado y sigue esa dieta. Pero, a medida que el cuerpo pierde peso, el metabolismo se ralentiza y provoca que sea más difícil continuar con esa tendencia a perder los kilos.
Además, la sensación de sentirse privados, hace que los seres humanos, una vez consigan su peso deseado, quieran volver a los estilos de alimentación no saludables que llevaban anteriormente. Los científicos subrayan que aunque los pacientes comienzan de forma muy entusiasta, a medida que pasan las semanas, cualquier comportamiento que cambiaron inicialmente regresa. Por eso es importante trabajar con los pacientes para hacer un cambio total en el estilo de vida, no solo una dieta. Y esto consiste concretamente en comer bien y hacer ejercicio.
Uno de las aspectos más importantes para los expertos es el ejercicio. La restricción calórica es buena, pero la actividad física y el ejercicio deben aumentar para crear masa corporal magra. Cuanto más masa magra tenga una persona, más elevado puede ser su metabolismo.
El secreto está en encontrar una alimentación saludable que le resulte cómoda a la persona que quiere perder peso, identificando cuáles son los alimentos que más le gustan dentro de que sean lo más naturales posibles y adaptando las comidas al ritmo de vida de cada uno. Debe ser sencilla de llevar, sin que suponga un cambio de hábitos demasiado excesivo, para que tenga más posibilidades de tener éxito.