La insulina es una hormona con una función esencial en el metabolismo energético de nuestro organismo y la regulación del azúcar en sangre. Pero a veces, su función puede verse alterada por diversas circunstancias, como unos malos hábitos alimenticios o de ejercicio que provoquen sobrepeso y obesidad.

En estos casos, se produce una disminución de la sensibilidad a la insulina y un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y otras enfermedades cardiovasculares. Un equipo de expertos del Turku PET Center y el instituto UKK en Finlandia, han demostrado una relación entre estar de pie y una mejor sensibilidad a la insulina.

El aumento de la resistencia a la insulina es uno de los factores de riesgo más claros para desarrollar la diabetes tipo 2, una de las enfermedades que más están aumentando en los últimos años a medida que se extienden los hábitos de salud perjudiciales. De hecho, el estilo de vida tiene un fuerte impacto y se sabe que la actividad física regular tiene un papel importante en la prevención de estos problemas. Sin embargo, hasta ahora, se sabe poco sobre el impacto del comportamiento sedentario, las interrupciones para sentarse y levantarse y su repercusión en la resistencia a la insulina.

En este estudio de título Standing is associated with insulin sensitivity in adults with metabolic síndrome (Estar de pie se asocia con sensibilidad a la insulina en adultos con síndrome metabólico), los científicos investigaron las asociaciones entre la resistencia a la insulina y el comportamiento sedentario, la actividad física y el estado físico en adultos inactivos en edad laboral con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares. El trabajo ha sido publicado en el Journal of Science and Medicine in Sport. Los expertos observaron que estar de pie se asocia con una mejor sensibilidad a la insulina independientemente de la cantidad de actividad física diaria o el tiempo sentado, el nivel de condición física o el sobrepeso.

Mujer de pie

“Esta asociación no se ha demostrado antes. Estos hallazgos alientan aún más a reemplazar una parte del tiempo diario sentado por estar de pie, especialmente si no se cumplen las recomendaciones de actividad física”, asegura una de las investigadoras, Taru Garthwaite.

El estudio también enfatiza la importancia de una composición corporal saludable en la salud metabólica. Los resultados muestran que el aumento del porcentaje de grasa corporal es un factor más importante en términos de sensibilidad a la insulina que la actividad física, el estado físico o la cantidad de tiempo que pasa sentado. Por otro lado, estar de pie se asoció con la sensibilidad a la insulina de forma independiente, independientemente de la composición corporal.

“Es bien sabido que el ejercicio regular es beneficioso para la salud. Parece que la actividad física, el buen estado físico y el comportamiento sedentario también están relacionados con el metabolismo de la insulina, pero indirectamente, a través de su efecto sobre la composición corporal”, explica la investigadora.