Muchos países han empezado con sus respectivas campañas de vacunación. Con el inicio de las vacunas contra el coronavirus, muchas personas ya sueñan con el día que podrán volver a viajar, comprar de manera 'normal' o volver al cine sin restricciones. Para hacer todas estas cosas, cuando menos, viajar, es posible que se pida un pasaporte de vacunas. Y cada vez, parece más una realidad. Air New Zealand probará un pasaporte de vacuna digital en abril, en vuelos entre Auckland y Sydney, con Quantas que investiga tecnología similar.

A medida que ha empezado la campaña de vacunación en Australia, la atención se ha centrado en la reanudación de los viajes internacionales y la manera como Australia podría controlar si los visitantes potenciales han sido vacunados o no. Varias empresas tecnológicas, recuerda el diario británico The Guardian, han estado trabajando roce con la Organización Mundial de la Salud (OMS) para desarrollar un sistema de registro de vacunación digital seguro que se podría utilizar para demostrar a las compañías aéreas y a los diferentes países que los pasajeros han sido vacunados contra el coronavirus.

Una de estas aplicaciones es Travel Pass, desarrollada por la Asociación Internacional del Transporte Aéreo, y que será probada por Air New Zealand a partir de abril. Cuando alguien se vacuna o hace pruebas, el centro médico o el laboratorio pueden enviar esta información de manera segura a la aplicación que se puede contrastar con los requisitos de viaje del país que intentan visitar. Con el permiso del cliente, esta información sanitaria, expone el diario, se puede compartir con las compañías aéreas o con el control de fronteras para verificar que son elegibles para viajar.

¿Por qué hay tantas dudas al respecto?

Un pasaporte de vacunas podría ser una nota positiva a la hora de volver a la vida 'normal' o cuando menos, a qué se estaba acostumbrado antes del coronavirus. Pero no todo son ventajas en relación con un pasaporte de vacunas. Aunque se ha demostrado hasta ahora que las vacunas reducen el riesgo de hospitalización, no hay datos sobre como afectan a la transmisión del virus. Por lo tanto, muchos científicos, constatan que un pasaporte de vacunas no cubriría este aspecto. Además, la aparición de variantes, dificulta la tarea. Sobre todo, ahora que se ha sabido que la vacuna de AstraZenca, no protege ante la variante sudafricana.

Otra parte importante es la discriminación que este tipo de pasaporte podría ofrecer. Las personas vacunadas podrían hacer cosas que no podrían hacer las que no están vacunadas. Además, el rotativo también destaca que podría aumentar el fraude para obtener este tipo de pasaporte y que podría entrar en confrontación también con la privacidad de los usuarios.

 

Imagen principal: un pasaporte sobre un mapa / Unsplash