A las puertas de la Semana Santa, el presidente del Col·legi de Metges de Barcelona, Jaume Padrós, ha hecho un matiz en su discurso habitual. Por una parte, el Procicat está relajando ciertas restricciones y la portavoz del Govern en funciones, Meritxell Budó, ha asegurado que se contempla poder abrir la restauración por las noches en los próximos quince días. Ante este aligeramiento de las restricciones y la confluencia de una posible cuarta ola, Padrós argumenta: "Esta vez no diré que la gente no se mueva, sólo que actúen con responsabilidad".
Así pues, no se opone al desconfinamiento comarcal y aplica otras variables a tener en cuenta: "Me preocupa también la pobreza, es de las peores enfermedades que podemos tener, y la salud mental. Tenemos que buscar el equilibrio". En declaraciones a RAC1, explica que si da estos argumentos es porque también quiere evitar "infantilizar a la población".
El reclamo más fuerte es que "la gente no haga trampas en casa, ya que una cosa que sería muy mala es que el relajamiento general se acompañara por unos datos justo cuando estamos llegando a un cambio en positivo". Y en este abanico de premisas a tener en cuenta, ha hecho una mención al aspecto psicológico: "La salud mental es la hermanita pobre del sistema sanitario".
¿Cuarta ola?
Los países vecinos están viviendo un confinamiento más duro y tienen unos datos que no acaban de dar esperanza. Los pacientes con coronavirus de la región del norte francesa están siendo trasladados a Bélgica al haber llegado los hospitales a su punto de saturación. La presencia policial aumenta en las calles de París para evitar aglomeraciones y el toque de queda hace meses que es a las 18h.
Tampoco levanta cabeza Italia. Los italianos aprovecharon la relativa libertad del pasado fin de semana, antes de un nuevo y estricto bloqueo para frenar el aumento de los contagios de coronavirus. Hasta el 6 de abril se impone el confinamiento para todas las regiones que tengan una incidencia semanal de 250 positivos por cada 100.000 habitantes y las escuelas vuelven a quedar cerradas.
Mirando qué pasa fuera y unos datos en Catalunya estancados, hablar de una cuarta ola no es imposible: "Necesitamos que la prioridad del Govern se fije en el sistema sanitario, pero en todas sus variantes, no sólo tener indicadores de territorio, también lo que pasa fuera". Padrós avisa: "Tendremos que ver si el Govern tiene indicadores para ver qué pasará en los próximos días, que pueda venir una cuarta ola es una posibilidad". A modo de ejemplo, ciertos hospitales comarcales ya han empezado a notar un repunte.
¿Y la vacuna?
El sistema de vacunación "masivo", Padrós lo sitúa en los próximos meses, entre abril y mayo. Esta salida al final del túnel pide que vaya acompañada de una no relajación individual y evitar sorpresas en el comportamiento de la Covid-19 en Catalunya.
Con respecto a la vacuna AstraZeneca, retirada como mínimo quince días para investigar mejor sus efectos, Padrós lanza una defensa: "Estoy convencido de que la vacuna de Oxford [AstraZeneca] podrá volver a la circulación". Y pide no dar la espalda a las autoridades sanitarias que las aprueban y a los calendarios marcados: "Yo confío en la Agencia Europea del Medicamento y pido que los ciudadanos también lo hagan".