El mundo de la nutrición está inmerso en un proceso de cambio a nivel científico que cambiará probablemente la forma en que nos alimentemos en el futuro próximo. Cada individuo responde de una manera diferente a los alimentos que ingiere y no se pueden dar pautas generales para todo el mundo cuando los efectos que producen no son los mismos.

Una investigación en curso presentada recientemente en la Conferencia Anual de la Sociedad Americana de Nutrición ha puesto de manifiesto las diferentes respuestas de los organismos a la hora de disfrutar de una dieta similar y cómo la genética no es la única responsable de esta respuesta.

La investigación

El estudio que lleva por nombre TwinsUK lo están realizando el King's College London en el Reino Unido y el Hospital General de Massachusetts en Boston, en colaboración con la empresa de ciencia nutricional ZOE. Para llevarlo a cabo se ha examinado a 14.000 gemelos idénticos y no idénticos con el objetivo de comprender las causas de diferentes enfermedades crónicas y poder distinguir hasta qué punto tienen un origen genético o ambiental.

En esta misma investigación, se ha realizado también un nuevo proyecto llamado PREDICT 1, en el que se han ampliado los hallazgos de TwinsUK y se han examinado las respuestas biológicas que 1.100 de los participantes tuvieron ante ciertos alimentos durante un período de 14 días. Cerca del 60% de estos participantes eran gemelos. Los investigadores midieron marcadores como los niveles de azúcar en la sangre, los triglicéridos, la resistencia a la insulina, los niveles de actividad física y la salud de su microbioma intestinal.

Mediante una aplicación, se controló la ingesta de los alimentos, así como el sueño y el ejercicio. Además, se realizaron análisis y un equipo de nutricionistas realizó un seguimiento más detallado para recopilar la mayor cantidad de datos posible.

Los datos

Los resultados mostraron que las respuestas biológicas de las personas a las mismas comidas eran muy diferentes, independientemente de la composición de los alimentos. Por ejemplo, ante la misma ingesta, algunas personas tuvieron subidas de los niveles de azúcar en la sangre y de insulina mientras que otros mostraron subidas en los triglicéridos. Otro dato curioso visto durante el estudio fue el de que los gemelos idénticos compartían el 37% de las bacterias en los intestinos, solo un poco más que el resto de personas no relacionadas entre sí, que comparten el 35%. Es decir, a pesar de tener los mismos genes y la exposición a ambientes similares, los gemelos idénticos a menudo tenían respuestas de glucosa muy diferentes ante las comidas. 

Curiosamente, la investigación también reveló que la información en las etiquetas nutricionales de los alimentos, como el contenido de grasas, proteínas y carbohidratos, representaba menos del 40% de la diferencia entre las respuestas biológicas de las personas a los alimentos con un contenido calórico similar. 

Qué sugieren los resultados

Pues parecen decir que las diferencias individuales en el metabolismo de las personas, los microbiomas intestinales, los hábitos, los horarios de las comidas y los niveles de actividad física son tan importantes como el contenido nutricional de los alimentos.

Los expertos se muestran esperanzados en este estudio porque concluyen que las personas pueden obtener una mayor información acerca de la respuesta de su organismo a los alimentos y elaborar una dieta más personalizada que mejore su salud y sus condiciones de vida. La nutrición personalizada parece estar ya a la vuelta de la esquina.