Seguimos aprendiendo día a día las consecuencias de la pandemia histórica que hemos sufrido debido al SARS-CoV-2 y, aunque a veces es difícil determinar qué tipo de síntomas se deben realmente al Covid-19 y cuáles pueden ser simplemente una coincidencia, hay uno en particular que se va afianzando debido al volumen de personas que han sufrido la enfermedad de manera más o menos grave pero que la siguen padeciendo una vez superada: la niebla cerebral.  

Un estudio publicado en la revista JAMA Network Open analizó datos de 740 personas con una edad media de 49 años que habían padecido la Covid-19 en aproximadamente los últimos 7 meses y medio. Los investigadores encontraron que una parte significativa tenía algún tipo de déficit cognitivo, como niebla mental. Los problemas más comunes fueron la codificación de la memoria, es decir, el aprendizaje de nueva información y el recuerdo de la memoria, lo que sucedió en el 24% y el 23% de los participantes del estudio, respectivamente. Los investigadores también encontraron que aquellos que fueron hospitalizados con Covid tenían un mayor riesgo que aquellos que permanecieron en un entorno ambulatorio.

Según la autora principal del estudio, Jacqueline H. Becker, neuropsicóloga clínica y científica asociada de la División de Medicina Interna General en la Escuela de Medicina Icahn del Hospital Monte Sinaí de Nueva York, “empezamos a ver que, con el tiempo, muchos pacientes se quejan de estas dificultades y hemos decidido investigar qué estaba sucediendo”. Originalmente, los expertos pensaron en pacientes mayores, pero se dieron cuenta de que la mayoría de las personas que experimentaban problemas cognitivos eran bastante jóvenes.

MascarillaLa niebla mental podría englobarse en lo que se conoce como Covid persistente, un misterioso grupo de consecuencias que las personas pueden desarrollar después de padecer la Covid-19, concretamente entre cuatro o más semanas después de que se contrae el virus. Se une a otro tipo de condiciones como la dificultad para respirar o falta de aire, cansancio o fatiga, tos, dolor de pecho o de estómago, dolor de cabeza, corazón palpitante, dolor articular o muscular, sensación de pinchazos, diarrea, problemas para dormir, fiebre, mareos al ponerse de pie, sarpullidos, cambios de humor, cambio de olor o sabor y cambios en los ciclos del período menstrual.

En cuanto a qué podría causar la confusión y otros problemas mentales, hay muchas hipótesis, pero todavía no hay una respuesta concreta. Una posible causa es que el SARS-CoV-2, el virus que causa el Covid-19, puede invadir directamente el sistema nervioso central y el cerebro. Otra teoría es que la confusión mental puede ser el resultado de que el virus causa inflamación crónica, incluso después de que una persona se haya recuperado del Covid-19.  La teoría final, dice Becker, es que alguien puede desarrollar hipoxia, o falta de oxígeno en tejidos corporales como el cerebro, cuando tiene el virus, dejándolo con secuelas como niebla cerebral.