Pakistán vive una situación límite. Los casos de coronavirus no paran de subir y el país vive sumergido en una tercera ola fuerte. Las camas de los hospitales se están llenando rápidamente y el programa de vacunación avanza, como en muchos países, muy lentamente. Sobre todo, por los numerosos retrasos de las vacunas. Eso ha provocado que el país haya permitido la venta de vacunas al sector privado.

Las ventas iniciales de la vacuna rusa de Sputnik V la primera semana de abril han provocado una auténtica locura. Colas durante horas y gente corriente para recibir su dosis de vacuna. Algunos acabaron las dosis en días, otros centros que no requerían cita previa empezaron a solicitar por la avalancha de gente que había ido.

Guerra de precios

Uno de los principales importadores es AGP Pharma, que ha recibido unas 50.000 dosis de Sputnik, pero otras empresas y hospitales privados también están en proceso de solicitud para disponer de dosis, según recalca la CNN. Además, también describe que los 2,56 millones de dosis recibimientos de la vacuna contra el coronavirus provienen todos de China, segundos informes locales que citan en el Ministerio de Salud. Además, también espera unos 17 millones de dosis asignadas por Covax, la iniciativa mundial de intercambio de vacunas con dosis gratuitas o con descuentos.

La vacuna rusa cuesta unas 12.000 rupias pakistaníes (67,25 euros) por dos dosis, según la Autoridad Reguladora de Medicamentos de Pakistán. Este precio, sin embargo, es cuatro veces el precio del mercado internacional, que es menos de 17 euros por las dos dosis, según los desarrolladores de la vacuna y que también recoge la CNN.

La decisión, como no podía ser de otra manera, ha empezado un debate sobre ética de la comercialización de vacunas durante una pandemia. Al principio, el gobierno no había fijado un precio máximo para las vacunas, hecho que comportaba que no hubiera tope y se vendiera por el precio que se quisiera.

Otros países

Pakistán, sin embargo, no es el único país que ha abierto la puerta del sector privado. También Irán ha planteado esta opción. Un país que también dispone de la vacuna china Sinopharm, Sputnik y las aprobadas por Covax. Indonesia también aprobó el mes de febrero uno de los primeros modelos privados de vacunación de la Covid del mundo. México también aprobó el pasado mes de enero que el sector privado entrara en juego y pudiera comprar vacunas contra el coronavirus.

 

 

Imagen principal: un miembro del personal sanitario sostiene una vacuna contra el coronavirus de AstraZeneca, una vacuna que también distribuye Covax / Efe