La caseína es el grupo más grande de proteínas de la leche y constituye aproximadamente el 80% del contenido total de este nutriente. Hay varios tipos de caseína en este alimento, y dentro de ellos, la beta-caseína es la segunda más prevalente. Existen, a su vez, al menos 13 formas diferentes, pero las más comunes son beta-caseína A1 y beta caseína A2.

La leche de razas de vacas provenientes del norte de Europa es generalmente alta en beta-caseína A1. Es el caso de las Holstein, Frisona, Ayrshire y British Shorthorn, que han terminado por ser hegemónicas en el continente por su alta productividad.

La leche rica en beta-caseína A2 se encuentra principalmente en razas originarias de las Islas del Canal y el sur de Francia, como la Guernsey, Jersey, Charolais y Limousin. La leche normal contiene beta-caseína A1 y A2, principalmente la primera, pero la leche A2 contiene solo beta-caseína A2.

VacaLa procedencia de las leches A1 y A2 depende de la raza de las vacas

El caso es que algunos estudios han demostrado que la beta-caseína A1 puede ser peor tolerada por las personas que la beta-caseína A2. La razón es que la proteína Beta-casomorfina-7 (BCM-7), un péptido liberado durante la digestión de la beta-caseína A1 puede ser más perjudicial para la salud.

De hecho, algunas investigaciones, como este estudio llevado a cabo en Islandia y Escandinavia, la relacionan con un mayor riesgo de padecer diabetes tipo 1, enfermedades cardíacas,, autismo y problemas digestivos. También se cree que un porcentaje elevado de las personas que se autodeclaran intolerantes a la lactosa (porque no les sienta bien tomar este alimento) en realidad, lo que no toleran bien es la beta-caseína A1 y no la lactosa.

Lo cierto es que el BCM-7 se ha investigado ampliamente, pero sus efectos todavía no son 100% concluyentes. Por ejemplo, no se puede probar que la beta-caseína A1 cause diabetes tipo 1, simplemente se han hecho estudios observacionales en los que se ha demostrado que los que la consumen tienen un mayor riesgo de sufrir esta enfermedad frente a los que consumen la A2.

También existen investigaciones que han relacionado el consumo de leche A1 con un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, porque promueve la acumulación de grasa en los vasos sanguíneos, como demuestra un estudio al respecto realizado en Nueva Zelanda.

La cantidad de lactosa en la leche A1 y A2 es la misma. Sin embargo, algunas personas experimentan que la leche A2 les causa menos problemas digestivos que con la leche A1. Un estudio llevado a cabo en Australia con 41 personas, demostró que la leche A1 causa heces más blandas que la leche A2 en algunas personas, mientras que una investigación en adultos chinos concluyó que la leche A2 provocó significativamente menos molestias digestivas después de las comidas. Además, los estudios en animales y humanos sugieren que la beta-caseína A1 puede aumentar la inflamación en el sistema digestivo.

Vaso y jarra de lecheLa leche A2 provoca menos problemas digestivos en algunas personas

En el España todavía no se comercializa la leche A2, aunque algunas granjas en Catalunya están en vías de producción para su distribución posterior.