La comunidad científica trabaja a contrarreloj para encontrar un tratamiento que ayude de forma eficaz a luchar contra la obesidad, uno de los mayores problemas de salud de nuestra sociedad. No es un reto fácil, pero cada vez se están presentando más trabajos que permiten vislumbrar una pequeña esperanza ante esta tarea tan compleja.

La última investigación ha sido llevada a cabo por expertos del Imperial College de Londres en colaboración con la Universidad de Copenhague y el University College de Dublín. Publicada en la revista Diabetes Care y presentada en la 79ª reunión científica de la American Diabetes Association en San Francisco, consiste en el descubrimiento de una inyección hormonal que ha ayudado a reducir el peso corporal y los niveles de glucosa en pacientes con diabetes y obesidad en tan solo cuatro semanas. Durante el estudio, los pacientes perdieron un promedio de 4,4 kg, al mismo tiempo que se mejoraron sus niveles de glucosa en sangre.

La investigación surge tras comprobar que una de las formas más frecuentes de cirugía para perder peso, el bypass gástrico, debía su éxito a que tras la operación, tres hormonas específicas que se originan en los intestinos de los pacientes se liberan con niveles más altos. Esta combinación de hormonas, a las que denominan GOP (glucagón-1 (GLP-1), oxintomodulina y péptido) reduce el apetito, causa pérdida de peso y mejora la capacidad del cuerpo para usar el azúcar que se absorbe al comer.

El objetivo era aplicar una inyección a los participantes con estas hormonas GOP para imitar los altos niveles observados después de la cirugía. Además, los pacientes también recibieron consejos dietéticos sobre alimentación saludable y pérdida de peso por parte de un nutricionista.

Sobrepeso

El estudio

Según los científicos que han participado en el proyecto, aunque se trata de un pequeño estudio, este nuevo tratamiento es prometedor por su eficacia en poco tiempo. En total, participaron 26 personas obesas con prediabetes, de las cuales quince fueron seleccionadas al azar para recibir el tratamiento hormonal y 11 recibieron un placebo durante un período de cuatro semanas. Además, se seleccionó a un grupo de 21 pacientes que se habían sometido a algún tipo de cirugía bariátrica (como la banda o balón intragástrico o la gastroplastia vertical anillada) y a otros 22 que siguieron una dieta muy baja en calorías para comparar los resultados.

Los resultados

Todos aquellos a los que se les suministró la inyección, perdieron un promedio de 4,4 kg, en comparación con los 2,5 kilos de los que recibieron un placebo. También es cierto que la pérdida fue menor que en aquellos en los que se realizó una cirugía bariátrica, que perdieron una media de 10,3 kg. Pero claro, sin sus efectos secundarios. Porque las personas que se realizan este tipo de operación suelen sufrir dolores abdominales, náuseas, vómitos repetidos y sensación de debilidad. Incluso en los niveles de azúcar en sangre, el resultado con la inyección fue mejor que en aquellos que se habían practicado la cirugía. Los científicos afirman que el objetivo ahora es llevar a cabo un ensayo clínico más amplio para evaluar el impacto de este nuevo tratamiento en más pacientes y durante un período de tiempo más largo.