El Hospital Universitari de Bellvitge vuelve a ser noticia por su innovación médica en el ámbito internacional. Esta vez la innovación viene en el ámbito de la cardiología, donde por primera vez se ha podido implantar una prótesis cardiaca por vía percutánea, es decir, a través de la piel, a un paciente con el corazón trasplantado que sufría una insuficiencia tricúspide severa.

Hasta ahora, las operaciones por patologías valvulares en corazones trasplantados se habían llevado a cabo a corazón abierto, lo que supone un riesgo de mortalidad más alto en las intervenciones quirúrgicas.

Un problema común entre trasplantados

El centro ha hecho público este lunes un comunicado en el cual se explica la intervención exitosa por parte de la Unidad de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista del Servicio de Cardiología de Bellvitge el pasado diciembre.

El paciente, de 67 años, que recibió un trasplante de corazón en el mismo hospital hace 21 años, consiguió el alta solo tres días después de la nueva operación. A causa del trasplante, el paciente era más propenso a sufrir insuficiencia tricúspide, un problema que se desarrolla en un 20-60% de los casos donde la supervivencia es larga.

Aunque durante todo este tiempo el órgano se mantuvo estructuralmente sano, con el tiempo desarrolló un problema de dilatación en el anillo de la válvula tricúspide, hecho que comportó una falta de cierre de los velos de la válvula, causándole una insuficiencia tricúspide severa. Esta patología hizo que parte de la sangre le devuelves en la aurícula en cuentas de ser enviada a la arteria pulmonar. La disfunción repercutió en todo el sistema circulatorio, poniéndolo en peligro de sufrir una cirrosis hepática o de insuficiencia renal.

Una intervención innovadora

Para los pacientes de esta patología, recibir una segunda operación a corazón abierto después del trasplante comporta un riesgo de mortalidad de entre el 10 y el 20%. Por primera vez, se ha podido realizar este tipo de tratamiento a partir del intervencionismo percutáneo, a través de los vasos sanguíneos, con la mínima invasión necesaria.

El jefe de la sección pertinente del hospital, Joan Antoni Gómez, ha recalcado la necesidad de dar "una mejor respuesta" a la patología de la válvula tricúspide, ya que "se trata de un problema nada infrecuente en pacientes trasplantados que limita su calidad y esperanza de vida".

El médico se ha mostrado optimista con la nueva práctica, ya que abre las puertas a "tratar cada vez más pacientes" con el mismo problema, un hecho que incrementa en necesidad a medida que se hacen más trasplantes y la esperanza de vida de los pacientes aumenta.

 

Foto principal: la intervención para implantar una prótesis cardíaca por vía percutánea en un coro trasplantado en el Hospital Universitario de Bellvitge / EP