Es obvio que, cuando se inicia un programa para perder peso, el hecho de complementar hábitos alimenticios saludables con una actividad física recurrente es garantía de obtener un mejor resultado. Pero además, un nuevo estudio ha determinado que el propio hecho de estar en forma antes de comenzar a quitarse los kilos de sobra es una cuestión mucho más importante de lo que pensaba.

De hecho, los investigadores que forman parte del equipo de la Universidad de Colorado que ha desarrollado este trabajo han podido demostrar, precisamente, que las personas que están fuera de forma cuando comienzan un programa de pérdida de peso pierden menos a largo plazo que las que están más en forma.

Ensalada

“Esta investigación podría ayudarnos a mejorar el diseño de nuestros programas de pérdida de peso, porque sería interesante que los adultos con muy mal estado físico pudieran beneficiarse de un apoyo de ejercicio adicional durante el programa para alcanzar niveles más altos de actividad física y mejorar a largo plazo pérdida de peso”, aseguran los responsables del estudio.

El estudio

 

Los expertos examinaron la relación entre el nivel de condición física de una persona al comienzo del estudio y la pérdida de peso al final de un programa conductual de pérdida de peso de 18 meses. El programa combinó una dieta restringida en calorías, apoyo conductual grupal y seis meses de ejercicio supervisado. Participaron 60 adultos con obesidad o sobrepeso que realizaron ejercicio de intensidad moderada bajo supervisión durante los primeros seis meses del estudio.

Cada semana iban progresando aproximadamente 300 minutos y cuando finalizaron se les aconsejó que continuaran haciendo ejercicio por su cuenta. Los participantes usaron un dispositivo que midió sus niveles de actividad durante una semana al comienzo del estudio, y luego durante una semana durante los meses 6, 12 y 18. Su aptitud cardiovascular se midió mediante una prueba de ejercicio gradual en una cinta de correr y se dividieron en dos grupos: “muy mal estado físico” y “mejor estado físico”.

Veinte de los adultos –el 33%– que completaron el estudio de 18 meses presentaban muy mal estado físico al comienzo del mismo, mientras que 40 –el 67%– tenían un mejor estado de forma.

No hubo diferencias significativas entre los dos grupos en el cambio de peso a los 6 y a los 12 meses. Sin embargo, a los 18 meses, aquellos que estaban más en forma perdieron casi el doble de peso que aquellos que tenían una condición física muy deficiente al comienzo del estudio. Ambos grupos aumentaron la cantidad de ejercicio que solían hacer, pero el grupo que presentaba el peor estado físico obtuvo un peor rendimiento a largo plazo.

Bicicleta

Por lo tanto, el hecho de realizar una actividad física puede ser mucho más importante de lo que pensamos, a pesar de que otros estudios han concluido que la restricción calórica es el arma más eficaz a la hora de perder peso. Incluso antes de comenzar una dieta, lo mejor que se puede hacer es realizar la actividad física mínima que recomiendan las autoridades sanitarias para asegurarse una mejor evolución de todos los parámetros de salud  a largo plazo.