La inflamación de los tejidos del organismo es una cuestión que cada vez preocupa más a los médicos. La razón es que los niveles de inflamación son un marcador clave para pronosticar la aparición de varias afecciones potencialmente mortales, especialmente aquellas asociadas con el envejecimiento y la obesidad. Desde enfermedades cardiovasculares, insuficiencia cardíaca, osteoporosis hasta algunas afecciones neurodegenerativas (incluida la enfermedad de Alzheimer), diabetes y algunos tipos de cáncer.

Uno de los consejos más extendidos para prevenir la inflamación es tomar suplementos de vitamina D y de omega 3, que se venden como remedio para reducir los niveles y prevenir estas enfermedades. Pues bien, según una nueva investigación, realmente no cumplen esta función.

Omega 3 (1)

El estudio

 

El estudio fue llevado a cabo por científicos del Hospital Brigham and Women's de Boston y su objetivo era determinar los niveles de los biomarcadores de varios indicadores de inflamación en personas que toman o no suplementos de vitamina D y ácidos grasos omega 3 o aceite de pescado.

Después de un año, los expertos no encontraron diferencias sustanciales en los niveles de ambos grupos. Los resultados se han publicado en la revista Clinical Chemistry y algunas llaman la atención. Por ejemplo, no solo no se encontró ninguna evidencia de que ambos suplementos  redujeran la inflamación sistémica sino que, en algunos casos, los marcadores de inflamación fueron en realidad más altos en las personas que tomaron estos suplementos que en aquellos que no los tomaron.

El objetivo de este tipo de estudios es establecer una metodología que ayude a las personas con niveles altos de inflamación a reducirlos para minimizar el riesgo de sufrir las enfermedades derivadas. Por ejemplo, se sabe que una serie de biomarcadores como la proteína interleucina 6, el receptor del factor de necrosis tumoral 2 y la proteína C reactiva de alta sensibilidad tienen papeles fundamentales en el inicio de la inflamación.

Ser capaz de detectar niveles elevados en la sangre puede ser una herramienta de pronóstico para informar a los profesionales de la salud sobre los niveles de inflamación de una persona. De la misma forma, otro tipo de investigaciones siguen abordando la trascendental cuestión de por qué realmente se produce este incremento en los niveles de inflamación.

Los consejos generales para evitar la inflamación pasan por, en primer lugar, reducir considerablemente la ingesta de azúcar blanco, que contribuye notablemente a que esta aumente. Por el contrario, se debe aumentar el de verduras, proteínas y las grasas saludables presentes en productos como el pescado azul, el aceite de oliva o el aguacate, por poner algunos ejemplos. Hacer ejercicio a diario (media hora como mínimo) y dormir lo suficiente son también dos cuestiones básicas.

Pescado azul

Pero aun así, son consejos generales, por lo que desde la comunidad médica se pide una metodología más exhaustiva para ayudar a los pacientes a lidiar con este problema que cada vez preocupa más.