Una de las estrellas en el mundo de la alimentación en los últimos meses ha sido la dieta del ayuno intermitente. Diferentes estudios y expertos han alabado esta forma de alimentarse que básicamente consiste en pasar varias horas del día, entre 12 y 16 generalmente, sin probar ningún alimento.

Pero ahora, una nueva investigación pone en entredicho sus beneficios. Según ha concluido un equipo de investigadores de la Universidad de California en San Francisco, no se adelgaza más que si se come durante el día con un horario habitual.

Los expertos que han llevado a cabo el estudio crearon dos grupos con 116 participantes.  Un grupo hizo 3 comidas estructuradas por día, mientras que el otro no comió nada entre las 8 de la tarde y mediodía del día siguiente. Los resultados mostraron que el segundo grupo no perdía más peso que el primero comiendo la misma cantidad de calorías al día. Sin embargo, algunos científicos ha asegurado que según sus experimentos la alimentación con restricción de tiempo sí que han funcionado.

Mujer midiendo su cintura

Al parecer, muchas personas responden particularmente bien a las comidas con restricciones de tiempo, sobre todo aquellas que no parecen estar dispuestas a renunciar a ciertos alimentos en su dieta. En este tipo de individuos puede haber un beneficio metabólico que les lleve a mantener un mejor control sobre su peso.

Por otro lado están las dietas con restricción calórica, que en los últimos años se han visto ciertamente denostadas por parte de la comunidad científica pero que para algunas personas puede convertirse en una opción ideal, sobre todo si les ofrecen pautas claras de cómo llevarlas a cabo y no son demasiado restrictivas, porque en este caso pueden ser contraproducentes. Con reducir en torno al 35% la ingesta habitual, con seguimiento médico y asegurándose la ingesta de todos los nutrientes necesarios, puede ser muy útil. Aunque no a todos les vale.

Lo cierto es que cada vez hay una mayor conciencia acerca de que no existe un enfoque único para la pérdida de peso, sino que hay que ir poco a poco hacia una personalización de la dieta. La dieta intermitente, por ejemplo, puede en algunas personas a ayudar a frenar los atracones que a menudo contribuyen a un estilo de vida poco saludable o a comer mucho por la noche, un patrón mucho más común de lo que se piensa.

La idea que se va afianzando es que es importante lograr que las personas se encaminen hacia un tipo de alimentación saludable pero con la que se sientan cómodos y que se asemeje un poco a sus hábitos y circunstancias. No se trata de imponerles una dieta que perciban como una condena que les priva de todo aquello que les gusta, porque no va a funcionar a largo plazo.

Arándanos

Teniendo en cuenta una serie de aspectos clave, como reducir la ingesta de alimentos procesados, grasas trans, harinas refinadas y azúcares, haciendo ejercicio y manteniendo unos buenos hábitos de sueño y de horario en las comidas, se puede ser flexible. Incluso teniendo en cuenta que a veces, bien sea un día a la semana o tres días al mes, se pueden consumir alimentos menos recomendables sin que por ello la salud se vea gravemente perjudicada.