Es muy habitual que cuando el cansancio se manifiesta en las personas, estas escojan ingerir un refrigerio azucarado para poder mantenerse despiertas y activas. Siempre hemos escuchado que el azúcar es uno de los mejores factores a la hora de espabilarse cuando la fatiga hace mella.

Sin embargo, un estudio reciente ha revelado que es mejor sustituir el azúcar y los alimentos que contienen grasas saturadas con vegetales cuando se busca minimizar el impacto del cansancio y el sueño. Los resultados del trabajo científico han sido publicados en el American Journal of Lifestyle Medicine.

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Cuando una persona no ha dormido lo suficiente, el cansancio que arrastra afecta a la claridad con la que toma sus decisiones y a tener una menor falta de voluntad de manera inconsciente. Por eso, lo más habitual es que se decante por alimentos poco saludables antes que por los saludables; que prefiera ingerir algo rápido con altas dosis de azúcar.

Un estudio de este mismo año publicado en el Journal of Neuroscience confirma los resultados del trabajo anteriormente citado y añade que cuando alguien se encuentra cansado, gasta más dinero en comprar snacks o tentempiés dulces que los días en los que se encuentra en plena forma. Pero no solo el azúcar es un ingrediente determinante en la decisión de alimentarse cuando el sueño o las fuerzas flaquean. Los alimentos ricos en grasas saturadas y los salados también están presentes en los primeros lugares de la apetencia en esos casos.

Las máquinas de vending son un ejemplo claro de cómo se consumen a toda velocidad todo tipo de snacks dulces y salados o bebidas gaseosas en lugares donde el descanso no está particularmente presente; sitios como hospitales, fábricas donde se trabaja por turnos, etc.

Lo más curioso es que no somos conscientes de que seguir una dieta saludable ayuda a disminuir la sensación de fatiga. Un equipo de investigadores de la Universidad de Stanford decidió comprometerse en el estudio del impacto que podía tener la dieta cuando se dan casos de cierta privación del sueño en las personas. Se pusieron manos a la obra después de que los mismos miembros del equipo llevaran un tiempo sufriendo en sus propias carnes el cansancio y el intento de combatirlo alimentándose de los poco saludables snacks.

Para ello, aprovecharon un estudio previo realizado por otros investigadores en el que las personas objeto del trabajo eran 245 médicos de su misma universidad. Las dietas que habían llevado a cabo los doctores en 2016 se dividieron en tres tipos claramente diferenciados. Una mayoritariamente vegetariana, otra rica en proteínas y una última basada, sobre todo, en azúcares y grasas saturadas.

Manzana

La primera conclusión que arrojó el estudio fue que aquellos que se habían decantado por el azúcar y las grasas saturadas sufrían mayores problemas con el sueño, mientras que la dieta basada en vegetales provocaba una menor incidencia del cansancio en los médicos. Respecto a la alimentación basada en proteínas no se extrajeron conclusiones relevantes.

Según los autores del trabajo, las empresas y los trabajadores deberían tener en cuenta los beneficios que supone sustituir los productos dulces y salados y los refrescos por fruta, verdura e, incluso, batidos y barritas de proteínas. Un cambio, que basado en los resultados del estudio, beneficiaría la sensación de descanso y la aparición de un mayor nivel de concentración.