En el año 2014, la ONU proclamó el 21 de junio como el Día Internacional del Yoga con el objetivo de concienciar a la población acerca de los beneficios de practicar esta disciplina. La resolución se adoptó a propuesta de India, lugar de origen del yoga, y recibió el apoyo de 175 Estados Miembros.

Según el primer ministro indio, Narendra Modi, “el yoga representa la unidad de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción. Es importante coordinar todos esos aspectos. Ese enfoque holístico es valioso para nuestra salud y nuestro bienestar. El yoga no se trata solo de ejercicios, se trata de una manera de descubrir el sentido de identidad de uno mismo, el mundo y la naturaleza”.

Lo cierto es que desde que en los años 70 se popularizara esta práctica en la sociedad occidental, se han realizado diversos estudios científicos acerca de los beneficios para la salud. La Universidad de Harvard concluyó en un metaanálisis que estudiaba los ensayos realizados hasta la fecha, que las personas que practican yoga manifiestan una mejor presión arterial, menores niveles de colesterol y un mejor índice de masa corporal. En definitiva, una muestra más de que la ciencia recomienda su práctica, un aspecto que establece para mejorar la salud física y la mental.

Aunque estos beneficios también se pueden lograr con la práctica de otras disciplinas, lo cierto es que el yoga es totalmente recomendable para aquellas personas que quieran mejorar su salud.

Estas son algunas de las mejores posturas para iniciarse en su práctica:

El perro boca abajo

Para lograr esta postura, primero hay que ponerse con las rodillas apoyadas en el suelo debajo de las caderas y las manos también sobre el suelo justo debajo de los hombros. La espalda ha de permanecer recta. A continuación, hay que abrir los dedos y empujar hasta apoyar los talones de los pies completamente. Los hombros y muslos deben permanecer bien estirados, con el pecho y los omoplatos bien abiertos. Es una buena postura para fortalecer piernas y brazos.

perro boca abajo

El triángulo

En primer lugar, se deben separar las piernas dejando un espacio de aproximadamente un metro y con los pies paralelos. El pie derecho se gira 90º a la derecha y, a continuación, se levanta el brazo izquierdo en paralelo a la cabeza. Con la cadera recta mirando hacia el frente, hay que llevar la mano derecha y apoyarla en al lado del pie sin que las caderas se muevan ni giren. Por último, hay que abrir bien el pecho y mirar hacia arriba con la cabeza. Es una postura que aporta equilibrio y estabilidad.

el triángulo

El árbol

Con la mente concentrada, se deben juntar las manos sobre el pecho, manteniendo los hombros alejados de las orejas. Se fija la mirada en un punto fijo para mantener el equilibrio y a continuación, hay que llevar el peso del cuerpo a la pierna derecha mientras se abre bien los dedos de los pies para mantener el equilibrio. Después, se levanta el pie izquierdo y se lleva la planta a la parte interna del muslo derecho, con los dedos mirando hacia el suelo. Por último, hay que elevar los brazos sobre la cabeza. Es un ejercicio perfecto para fortalecer el equilibrio y estirar el cuerpo.

postura del árbol

El camello

Sentado sobre los talones, se separan las rodillas con una distancia de dos puños aproximadamente. A continuación, se presionan hacia el suelo mientras se cogen los talones con las manos, elevando el ombligo en dirección frontal. Con los muslos perpendiculares al suelo, hay que posarse sobre las rodillas y elevarse, para después inclinarse hacia atrás arqueando el pecho, tirando de la barbilla y dejando la cabeza caída hacia atrás. Es una postura que mejora la flexibilidad del cuello y la columna.

camello

Postura del niño

De rodillas sobre el suelo separadas a una distancia equivalente al ancho de las caderas, hay que sentarse sobre los talones con los dedos pulgares de los pies juntos. A continuación, se inclina la espalda hasta llegar al suelo con la frente y apoyarla. Los brazos se pueden colocar a ambos lados del cuerpo y hacia atrás, llegando hasta la altura de los pies, aunque también se puede practicar con los brazos estirados por delante del cuerpo.

postura del niño

Es una postura sencilla que sirve para relajar la espalda y los músculos.