El gen GUCY2D es uno de los alrededor de 25 genes humanos cuyas mutaciones causan problemas en la retina, lo que lleva a una discapacidad visual severa desde el nacimiento o la primera infancia. Esta familia de trastornos hereditarios de la retina, conocidos colectivamente como amaurosis congénita de Leber (LCA), representa una parte considerable de la ceguera infantil en todo el mundo.

Ahora, un equipo de expertos del Scheie Eye Institute en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania ha descubierto una nueva terapia génica que ha logrado mejorar la visión de estos pacientes, según ha quedado de manifiesto en un ensayo clínico.

La terapia que han llevado a cabo administra copias funcionales de GUCY2D a los ojos de pacientes que tienen problemas de visión graves causados ​​por mutaciones en este gen. Cada uno de los tres primeros pacientes tratados experimentó una mejora en algunos aspectos de la visión, sin efectos secundarios graves.

El trabajo científico ha sido publicado en la revista iScience y según el autor principal, Samuel G. Jacobson, profesor de Oftalmología en la Facultad de Medicina de Perelman, gracias a ella “hemos encontrado mejoras sostenidas tanto en la visión diurna como nocturna, incluso con una dosis relativamente baja de la terapia génica”.  

Las copias normales de GUCY2D codifican una enzima en la vía clave que utilizan las células de los conos y bastones sensibles a la luz en la retina para convertir la luz en señales electroquímicas. La falta de esta enzima bloquea la recuperación de esta vía, evitando el reinicio necesario para una mayor señalización. Como resultado, la señal de las células de los bastones y los conos se vuelve muy débil, lo que se traduce en una pérdida severa de la visión.

Incluso en los adultos que han vivido durante décadas con esta afección, a menudo ocurre que muchas células de la retina sensibles a la luz permanecen vivas e intactas a pesar de su disfunción. Por lo tanto, agregar copias funcionales de GUCY2D a través de una terapia génica podría hacer que esas células funcionen nuevamente y restaurar algo de la visión.

OjoLos resultados de las terapias que han llevado a cabo son muy positivos

El primer ensayo de esta terapia se llevó a cabo en 2019, mediante una solución de un virus inofensivo que porta el gen y fue inyectado debajo de la retina, inicialmente en un solo ojo por paciente. El equipo de expertos ha estado siguiendo a cada paciente durante dos años después del tratamiento. Ahora, han presentado los primeros resultados en tres pacientes que han sido muy positivos.

El primer paciente experimentó un aumento sustancial de la sensibilidad a la luz en las células bastón, que son más sensibles a la luz que las células cónicas y son las principales responsables de la visión nocturna o con poca luz. Este paciente también mostró una mejoría en las respuestas de la pupila a la luz.

El segundo paciente mostró un aumento más pequeño pero sostenido de la sensibilidad a la luz en las células bastón, comenzando aproximadamente dos meses después de la terapia génica.

El tercer paciente no mostró ninguna mejora en la sensibilidad de las células bastón, pero mostró una agudeza visual significativamente mejorada durante el período de seguimiento de nueve meses, una mejora que los investigadores relacionaron con una mejor función en las células del cono del paciente, las células predominantes para la luz del día y el color.