La artrosis es una de las patologías relacionadas con la articulaciones más extendida en todo el mundo. Se calcula que afecta a una de cada cuatro personas y es progresiva, lo que significa que los síntomas empeoran con el tiempo. No hay cura, pero el tratamiento puede ayudar a controlar el dolor y la hinchazón y mantener a una persona móvil y activa.
Siempre se ha considerado como una patología producida debido al desgaste de las articulaciones, pero en los últimos años cada vez se ha prestado más atención en el papel que cumple la inflamación en su progresión. En este sentido, hay que señalar el papel que cumple el sistema inmunitario en nuestro organismo. Las células y moléculas que lo conforman son fundamentales para nuestra supervivencia, pero debe mantener un delicado equilibrio.
Si este equilibrio se convierte en hiperactividad, el sistema inmune puede ser extremadamente dañino para el cuerpo humano, tal y como ha demostrado la pandemia del nuevo coronavirus. Un sistema inmunitario excesivamente activo puede estar detrás de enfermedades como la enfermedad inflamatoria intestinal, la esclerosis múltiple y algunas formas de artritis, que la comunidad médica agrupa como trastornos autoinmunes.
En un estudio publicado en la revista Inflammopharmacology un equipo de científicos de la Universidad de Liverpool en el Reino Unido ha dado a conocer un nuevo fármaco de prueba para la artrosis que podría ayudar a mantener el sistema inmune bajo control y garantizar que sus funciones protectoras permanezcan intactas.
La investigación
El estudio se centró en el papel de los neutrófilos, que son el tipo más común de glóbulos blancos y actúan como la primera línea de defensa en el sistema inmunitario. Cuando el cuerpo encuentra un patógeno, envía rápidamente neutrófilos al lugar donde se ha producido la infección para destruir el patógeno. También producen moléculas de señalización llamadas citoquinas, que reclutan otras células inmunes para ayudar a combatir la infección. Por lo general, esta es una respuesta útil, pero a veces, los neutrófilos se vuelven hiperactivos o hay un deterioro de los mecanismos que regulan su actividad.
Cualquier situación da como resultado la liberación de demasiadas citoquinas, a veces incluso en ausencia de una infección. Esto desencadena una reacción inflamatoria que es perjudicial para los tejidos del cuerpo. En casos extremos, el nivel de liberación de citoquinas es tan alto que se denomina tormenta de citoquinas. Estas tormentas de citocinas proinflamatorias causan inflamación extrema que puede dañar el sistema circulatorio, lo que lleva a la fuga de suero de la sangre a los tejidos y al colapso del sistema vascular. Las consecuencias, que incluyen insuficiencia orgánica, pueden ser graves e incluso mortales.
El objetivo del nuevo fármaco es suprimir la actividad nociva del sistema inmune sin afectar su capacidad para combatir infecciones. Se ha fabricado mediante moléculas derivadas de plantas apocynin y paeonol con el objetivo de tratar la artrosis. Los ensayos han demostrado que el nuevo fármaco, denominado APPA, disminuyó con éxito los niveles de expresión las citoquinas, pero no tuvo ningún efecto sobre la capacidad de los neutrófilos para defenderse de la infección atacando físicamente a la bacteria. Además, tiene el potencial de amortiguar esa inflamación grave que causan enfermedades reumáticas sin afectar la función antimicrobiana crucial de los neutrófilos.