Un ensayo internacional liderado por el Hospital Universitario Vall d'Hebron ha descubierto que aplicar la inmunoterapia mejora la eficacia del tratamiento de pacientes con cáncer de cérvix metastático o recurrente, aumentando la esperanza de vida de las mujeres que reciben esta solución. Según ha explicado en un comunicado la Vall d'Hebron Instituto de Oncología (VHIO), el tratamiento estándar de estos tipos de cánceres es la combinación de la quimioterapia "cisplatino/paclitaxel" con el antiangiogènic "bevacizumab", mientras que el estudio prueba el efecto de añadir el fármaco "atezolizumab", que inhibe el puesto de control inmunitario PD-L1.

El estudio se ha publicado en la revista 'The Lancet', e incluye a 410 pacientes con cáncer de cérvix avanzado metastático o recurrente que no habían sido tratadas previamente y que no eran susceptibles de recibir cirugía o radioterapia. En el ensayo, se constata que, después de unos 35 meses de seguimiento, la supervivencia de las pacientes tratadas con inmunoterapia, al mismo tiempo que el tratamiento estándar, crece hasta los 32,1 meses por término medio, en comparación con los 22,8 meses que se dan en pacientes que no reciben la solución con inmunoterapia.

"Se tendría que considerar un tratamiento de primera línea"

A los resultados del ensayo también se observó que el tiempo medio que tarda el tumor en volver a crecer después de empezar el tratamiento fue de 13,7 meses en las pacientes tratadas con la combinación experimental, delante de los 10,4 meses del resto de pacientes. "A causa del gran impacto que tiene la inmunoterapia en la supervivencia global de las pacientes, se tendría que considerar una nueva opción de tratamiento de primera línea para las pacientes con cáncer de cérvix metastásico o recurrente después de ser aprobado por las agencias reguladoras", ha asegurado la investigadora principal del trabajo, la doctora Ana Oaknin.

El 60% de pacientes vivas al cabo de dos años

La doctora Ana Oaknin, jefe del Grupo de Neoplasias Ginecológicas del VHIO, indica que en el estudio GOG240, que sirvió de base para aprobar el actual tratamiento estándar, menos del 40% de las pacientes sobrevivieron al cabo de dos años, mientras que en el ensayo BEATcc, el 60% de las pacientes que recibieron inmunoterapia junto con bevacizumab y quimioterapia estaban vivas al cabo de dos años.