Un equipo del Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) ha demostrado que la leche materna de las pacientes con cáncer de mama diagnosticadas durante el embarazo o el postparto contiene ADN tumoral circulante que puede servir para detectar de forma precoz esta enfermedad. Estas mujeres suelen tener mal pronóstico porque el diagnóstico de la patología se lleva a cabo cuando el estadio del tumor ya está avanzado, ya que técnicamente es más difícil de localizar y porque son pacientes, que, por edad, no entran en programas de cribado poblacional. Los resultados de esta investigación, que ahora se publican en Cancer Discovery son fruto de la preocupación de una madre con cáncer de mama de transmitir la enfermedad a su bebé durante la lactancia.

Cristina Saura, jefa de la Unidad de Mama del Hospital Universitari Vall d'Hebron, ha explicado que a lo largo de los años se ha detectado que las pacientes que se diagnostican durante el embarazo o, especialmente, durante el postparto, "tienen peor pronóstico por su diagnóstico en estadios más avanzados de la enfermedad". Por este motivo, ha avisado de la importancia de desarrollar nuevos métodos de detección precoz eficaces para detectar estos tumores.

"Los cambios fisiológicos que tienen lugar en la mama durante el embarazo y el postparto hacen que los tumores sean más difíciles de detectar", ha asegurado el especialista que ha dicho que biológicamente también son más agresivos. Asimismo ha recordado que estas mujeres tienen menos de 50 años, que es la edad en que se empieza a hacer cribado poblacional con mamografía.

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Ana Vivancos, Cristina Saura y Carolina Ortiz, investigadoras / Foto: ACN

¿Cómo empieza el proyecto?

La investigación se inició a partir de la inquietud de una paciente con cáncer de mama diagnosticada durante el embarazo de su tercera hija. La mujer expresó su preocupación de haber transmitido el tumor mediante la leche materna a su segunda hija durante la lactancia. Esta había sido larga y se había prolongado hasta poco tiempo antes de que los médicos la informaran de que sufría la enfermedad.

La paciente aportó una muestra de leche materna que tenía guardada al congelador y gracias a esta empezó la investigación. "Aunque sabíamos que el cáncer de mama no se transmite a través de la leche materna, decidimos analizar la muestra en busca de marcadores que nos pudieran ayudar en la investigación", ha detallado Saura que ha dicho que efectivamente, se encontró ADN con la misma mutación que estaba presente en su tumor. "La leche materna había sido congelada más de un año antes del diagnóstico de cáncer de la paciente", ha recordado.

Biopsia líquida en cáncer de mama

Aunque actualmente la biopsia líquida en la sangre se utiliza en pacientes con cáncer de mama metastático para la detección o seguimiento de algunas mutaciones, esta técnica tiene poca sensibilidad a la hora de hacer diagnóstico precoz o predecir posibles recaídas, ya que se necesita una cantidad de ADN tumoral circulante muy elevada en la sangre para ser detectado. Ana Vivancos, jefa del laboratorio de Genómica del Cáncer del VHIO, ha explicado que partiendo de las biopsias líquidas en orina que se usan para detectar cáncer de vejiga o las de saliva que se utilizan para prever el cáncer de cabeza o garaganta, los investigadores pensaron que, por proximidad al tumor, la leche materna también podía ser útil en una biopsia líquida. El equipo médico recogió muestras de leche materna y sangre de pacientes con cáncer de mama diagnosticadas durante el embarazo o el postparto, así como de mujeres sanas que estaban en curso de lactancia materna.

Las muestras se analizaron con la técnica Next Generation Sequencing (NGS) y a través del Droplet Digital PCR. Todo reveló que la leche materna de 13 de las 15 pacientes contenía ADN circulante de origen tumoral. Por el contrario, solo en un caso se pudo detectar este material en las muestras de sangre recogidas.

Muestras de las primeras horas de lactancia

Miriam Sansó, autora principal e investigadora posdoctoral del laboratorio de Genómica del Cáncer del VHIO, ha concretado que las muestras de leche materna de las dos pacientes en que no se detectó la mutación se habían recogido en las primeras horas de lactancia, es decir, eran de calostro. "Dedujimos que probablemente todavía no había pasado bastante tiempo para que el ADN tumoral se hubiera liberado en la leche", ha apuntado. Por este motivo, las investigadoras decidieron hacer las tomas de muestras de leche materna al menos dos semanas después de iniciar la lactancia.

"Hemos demostrado por primera vez que la leche materna obtenida de pacientes con cáncer de mama contiene ADNct suficiente para detectarlo a través de biopsia líquida y que este ADNct se puede detectar incluso antes de que el diagnóstico de cáncer de mama se pueda realizar mediante una prueba de imagen convencional" ha afirmado Cristina Saura.

Los responsables de la investigación han expuesto el caso de una mujer sana de 46 años que al quedarse embarazada de su primer hijo accedió a participar en el estudio. Dieciocho meses después de dar a luz a esta paciente fue diagnosticada de cáncer de mama gracias a las ecografías que se hacían al seguimiento de la investigación. "Analizamos las muestras de sangre y leche materna que habíamos recogido en el seguimiento a los ocho y a los once meses después del parto y comprobamos que la mutación que estaba presente en el tumor de la paciente ya se observaba en la leche materna de la mama afectada a los once meses después del parto, seis meses antes del diagnóstico hecho por ecografía mamaria", ha detallado Cristina Ortiz, investigadora del grupo de cáncer de mama de VHIO y firmante del artículo como primera autora junto con Saura. Así, ha apuntado que ni en las muestras de sangre ni en las de leche de la mama sana se encontraron indicadores de la mutación. "Podríamos haber diagnosticado el tumor seis meses antes con el uso de esta técnica" concluye la profesional.

Panel genómico

Con el objetivo de dar utilidad práctica a este descubrimiento, el equipo ha diseñado un panel genómico basado en las muestras de leche materna como método de diagnóstico precoz en cáncer de mama. Permite detectar las mutaciones más frecuentes presentes en mujeres con cáncer de mama diagnosticado antes de los 45 años. El panel tiene una sensibilidad de más del 70%, es decir que, de las muestras de nuestras pacientes analizadas con esta herramienta, se habrían detectado 7 de 10 casos con una especificidad del 100%.

"Este panel podría servirnos en el futuro como método de diagnóstico precoz de cáncer de mama en el postparto", ha asegurado Cristina Saura que ha abierto la puerta a hacer esta prueba a todas las mujeres que den a luz: "Igual que hacemos la prueba del talón a todos los bebés, se podría plantear recoger una muestra de leche materna a todas las mujeres después del parto para hacer un screening de cáncer de mama".

En base a los resultados que hoy se publican, el VHIO iniciará un estudio con el objetivo de recoger muestras de leche materna de 5.000 mujeres sanas a nivel mundial que se hayan quedado embarazadas con 40 años o más, o de cualquier edad que sean portadoras de mutaciones que aumentan su riesgo de sufrir cáncer de mama (BRCA1, BRCA2, PALB2, RAD51C/D).