Investigadores de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC) y del Institut de Recerca Germans Trias i Pujol (IGTP) han analizado en diez países de la Unión Europea el retraso de diagnóstico entre que aparecen los síntomas del coronavirus y el registro como caso positivo en las estadísticas oficiales. Este análisis ha permitido calcular cuál es el porcentaje de casos que cada país es capaz de detectar con respecto al total de infectados y dar una cifra más esmerada del número real de casos de coronavirus. En Catalunya y en el Estado español, el porcentaje de diagnóstico ha aumentado en el último mes y ha pasado del 5% al 10% de los contagios.

El equipo de investigadores, formado por biofísicos y médicos, trabaja desde el inicio de la pandemia, con el impulso de la Fundación La Caixa, en un modelo matemático que permite cuantificar la situación por zonas y países y elaborar predicciones de la evolución para los siguientes días. Los investigadores apuntan que, una vez se conoce el retraso diagnóstico, se pueden hacer estimaciones del número de casos reales y de aquellos que pueden ser contagiosos, siempre que se conozca la mortalidad real del virus.

Según los datos recogidos y la metodología, en Catalunya hay aproximadamente entre 500.000 y 600.000 casos acumulados, que aumentarían hasta el millón si se toman de referencia los datos de los servicios funerarios —un recuento que proporciona el Departament de Salut a partir de los certificados de defunción—.

En el caso de España, se calcula que habría entre unos 2,5 y 2,7 millones de casos acumulados en fecha de 26 de abril. De todos estos casos acumulados, aproximadamente medio millón todavía podría contagiar el virus.

Evolución del porcentaje de muertes

Para hacer estas cálculos, los investigadores han analizado la evolución del porcentaje de muertes con respecto a los casos reportados por parte de los diferentes países y lo han cruzado con los datos provenientes de test en la población de Corea del Sur; los datos del crucero Diamond Princess y las más recientes de Islandia y Alemania.

Según los investigadores David Pino y Enrique Álvarez, del Departamento de Física de la UPC, encargados de este análisis, la letalidad en Europa se situaría en torno al 1%, con variaciones máximas de un 20-30% entre países. "Estas variaciones son relativamente pequeñas comparadas con la incertidumbre asociada a saber exactamente cómo y cuándo diagnostican los diferentes países", afirman.

Con la excepción de Bélgica, que incluye entre las defunciones por Covid-19 casos que probablemente no lo son, el resto de países reporta las muertes a causa de la enfermedad de forma más o menos homogénea, siguiendo los criterios del Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC). Eso permite una comparativa de la situación a partir de la mortalidad de los países, más allá de la primera impresión de los datos.

Los resultados de la investigación indican que el número de contagiados todavía es demasiado bajo para poder considerar la posibilidad de haber alcanzado la inmunidad de grupo, en caso de que se confirme que la gente infectada queda inmunizada. En el caso de la Covid-19 todavía no se conoce con qué porcentaje de personas infectadas se alcanzaría la inmunidad de grupo, pero tendría que ser como mínimo del 60%, aunque hay estudios que apuntan que tendría que llegar al 70-75%.