Aunque poco a poco nos vamos acercando a la nueva normalidad en nuestras vidas, aún quedan semanas, y puede que meses, hasta que podamos llevar unas rutinas parecidas a las que acostumbrábamos anteriormente. El hecho de poder salir menos horas al día y de teletrabajar desde casa favorece que adoptemos una serie de hábitos que pueden resultar perjudiciales para nuestra salud y hacernos ganar unos cuantos kilos que luego resultan difíciles de perder. Y no sólo es una cuestión de voluntad y autocontrol, sino de una serie de comportamientos de los que a veces ni siquiera somos conscientes y nos lleva a comer más de lo debemos y necesitamos.

Estas son algunas de las costumbres que deberíamos evitar en nuestro día a día y que sin duda nos pueden ayudar a evitar coger esos kilos.

No planificar las compras ni los menús

Las personas que van al supermercado con hambre y sin planificación, son carne de cañón para todos aquellos productos que estos establecimientos disponen en su recorrido y que no suelen ser muy beneficiosos para la salud. Por eso, lo mejor es hacer una lista de la compra en casa y ceñirse a ella en la tienda. En cuanto a los menús, aquellos que no planifican, tienen más opciones de comer lo primero que encuentren en la nevera y suelen alimentarse peor.

Supermercado

Comer demasiados hidratos de carbono

Tanto en el desayuno como en el resto de comidas del día, un error habitual es excederse con los hidrato de carbono. El pan, las galletas, las patatas, los cereales, la pasta… Todos estos alimentos tomados en un volumen mayor al que corresponde, favorecen la acumulación de los kilos de más. En cambio, si nos acostumbramos a ingerir menos e incluir más proteínas, por ejemplo, aumentaremos la sensación de saciedad y aceleraremos el metabolismo.

Masticar demasiado rápido los alimentos

Comer rápido no hace que engordemos más, pero sí provoca que sintamos después la sensación de ansiedad y generalmente provoca que nuestra ingesta sea mayor. Además, hacemos trabajar mucho más al estómago y al intestino que si nos acostumbramos a masticar despacio.

Utilizar platos demasiado grandes

Los platos de postre son una buena opción para comer. Es fácil llenarlos, con lo que la sensación visual es diferente. Nos acostumbran a comer menos al mismo tiempo que engañamos al subconsciente.

Plato

Abusar de la sal

La sal es un alimento que da sabor a los platos, pero puede tener efectos nocivos para nuestra salud. Y no solo eso. Al tratarse de un potenciador del sabor, induce de manera clara el apetito, por eso los productos procesados suelen presentar un alto contenido, porque así nos hacen comer más.