Los huevos son uno de los alimentos que más consumimos. En cualquiera de sus formatos sirven como plato en sí mismo, como acompañamiento de otro alimento principal o como un ingrediente más de un plato más elaborado. Se trata de un producto bastante simple: cáscara, yema y clara, pero da tanto de sí y lo tenemos tan presente a diario, que conviene saber cómo debemos conservarlo y manipularlo para no cometer errores que pudieran costarnos un problema de salud.

Cómo almacenar los huevos frescos

Pese a que la mayoría de la gente se deshace de la caja de cartón en la que vienen los huevos al llegar a casa y los coloca en la nevera, lo ideal es almacenarlos en el mismo cartón. Las razones son varias y conviene tenerlas en cuenta para favorecer nuestra salud.

Huevos en la caja

Por un lado, el cartón protege los huevos y evita que absorban olores fuertes de otros alimentos presentes en la nevera a través de los miles de pequeños poros que tiene la cáscara del huevo. Además, se consigue ver más fácilmente su fecha de caducidad, que aunque aparece también impreso en cada unidad, no es tan sencillo de leer y a menudo no se les presta la debida atención. Por último, conservarlos en la caja original asegura que los huevos estén siempre almacenados en la posición ideal, con su extremo más grande hacia arriba. Una postura que permite que la yema permanezca centrada, que es lo deseable.

Los huevos no deben almacenarse en la puerta de la nevera, sino en las estanterías del interior del electrodoméstico. La razón es que de esa manera siempre mantendrán un temperatura más constante y más fresca que en la puerta, que siempre está más en contacto con la cocina cada vez que abrimos la nevera. cuerpo principal del refrigerador para garantizar que mantengan una temperatura constante y fresca.

Cómo almacenar los huevos en otros formatos

Las yemas y las claras sobrantes de huevo crudo deben guardarse en recipientes herméticos y almacenarse en la nevera de inmediato. Para evitar que las yemas se sequen conviene cubrirlas con un poco de agua fría.

En cuanto a los huevos duros, es habitual notar cierto un olor como a gas cuando se guardan en la nevera. Este olor es causado por el sulfuro de hidrógeno, que se forma en la clara cuando se hierven los huevos. No hay por qué preocuparse porque no afecta a la salud y no tarda mucho tiempo en cesar ese olor.

Tortilla

Tiempos de almacenamiento recomendados

Los huevos frescos con cáscara no deben permanecer en el frigorífico más tiempo de lo que se indica en su fecha de caducidad. Las sobras de yemas y claras pueden aguantar desde 2 a 4 días, mientras que los huevos duros pueden mantenerse en frío hasta una semana. Por último, los platos preparados con huevo que se conserven en la nevera no deberían permancer en ella más de 4 días.