Según va llegando el final del verano, perder peso se convierte en uno de los objetivos más repetidos para el otoño. No es raro que la búsqueda de diferentes dietas y métodos para lograr bajar los kilos de más se disparen en Internet, así como las consultas en los especialistas. Pero si bien cuando se comienza una dieta en septiembre, los resultados suelen ser muy buenos, al cabo de un año muchas de estas personas han recuperado de nuevo el peso inicial. Esta circunstancia está siendo analizada por la comunidad científica, que continuamente investiga las razones por las que las personas engordan de nuevo

Recientemente, un estudio publicado en The British Medical Journal demuestra que la mayoría de las dietas, independientemente de cuáles sean, conducen a la pérdida de peso y a otros beneficios para la salud, como una bajada de la presión arterial o niveles más reducidos de colesterol o triglicéridos. Pero en un alto porcentaje, estos efectos desaparecen al cabo de un año.

Manzana

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El estudio, que llevaron a cabo profesionales de diferentes países, analizó los resultados de 121 ensayos aleatorios con casi 22.000 pacientes. La edad media era de 49 años, y cada persona siguió una dieta diferente: paleo, cetogénica, mediterránea, disociada… De cada uno de ellos se realizó un seguimiento sobre su peso y sus cambios en los factores de riesgo cardiovascular.

La investigación muestra que la mayoría de las dietas de macronutrientes, durante 6 meses, dan como resultado una pérdida de peso moderada y mejoras sustanciales en los factores de riesgo cardiovascular como la presión arterial. Sin embargo, después de 12 meses, el efecto sobre la reducción de peso y los beneficios para la salud desaparecen en gran medida.

No es el único estudio que llega a una conclusión así. Otro trabajo científico llevado a cabo en 2018 por investigadores de la George Washington University School of Medicine, siguió a 29 estudios de pérdida de peso a largo plazo y demostró que más de la mitad del peso perdido se recuperó en 2 años, y a los 5 años, se recuperó más del 80 por ciento del peso perdido.

¿Qué se traduce de estas investigaciones? Pues que las personas interesadas en perder peso y mantenerlo necesitan un plan más sostenible que simplemente ponerse a dieta. Por lo general, cuando alguien comienza una dieta, espera una pérdida de peso de inmediato. Pero, a medida que el cuerpo pierde peso, el metabolismo se ralentiza y las personas se olvidan de ajustar otros comportamientos.

Barriga

Barriga

Según los expertos, necesitamos analizar qué funciona mejor para cada persona y no centrarse en la privación de alimentos, sino en pequeños cambios de hábitos que se deben implementar poco a poco. Si lo que lleva a cabo es un cambio drástico con una dieta, a medida que pasan las semanas, cualquier comportamiento que comienza a volver. En realidad, aseguran los científicos, todo se reduce a comer bien y hacer ejercicio. La restricción de calorías es buena, pero para evitarla, la actividad física y el ejercicio deben aumentar para crear masa corporal magra. Cuanta más masa magra tenga una persona, más puede ser el metabolismo.