El caldo de huesos es una receta antiquísima que se ha utilizado en diferentes culturas y que en los últimos años se ha vuelto muy popular, sin duda por los beneficios que entraña su ingesta. Se elabora hirviendo a fuego lento los huesos y el tejido conectivo de los animales y se puede hacer a partir de casi cualquier animal: cerdo, ternera, ternera, pavo, cordero, venado, pollo o pescado. También se pueden utilizar la médula ósea y algunos tejidos conectivos como pies, pezuñas, picos, mollejas o aletas.

Una receta fácil a poner en práctica es la que lleva introducir en una olla de gran tamaño alrededor de cuatro litros de agua, con un kilo o dos de huesos de animales y dos cucharadas de vinagre de manzana. Además, se puede añadir sal y pimienta o hierbas aromáticas, como la menta, el laurel o el romero. Otra opción es utilizar verduras, como acelgas, espinacas, puerros, zanahorias, kale, col o calabacines cortados en trozos. Se tiene que hacer a fuego lento, entre 12 a 24 horas. Cuanto más se cocine, mejor sabrá y más nutritivo será. Una vez enfriado, se cuela y se desechan los sólidos.

Cocinando caldoA la hora de hacer un caldo de huesos, las verduras también pueden tener un papel protagonista

A continuación vamos a ver los principales beneficios que reportan a la salud.

Contiene muchas vitaminas y minerales

Los caldos de huesos son muy nutritivos. Los huesos de animales son ricos en calcio, magnesio, potasio, fósforo y otros oligoelementos, los mismos minerales necesarios para construir y fortalecer los propios huesos. Por su parte, las espinas de pescado contienen yodo, que es esencial para la función y el metabolismo saludables de la tiroides.

El tejido conectivo le proporciona glucosamina y condroitina, compuestos naturales que se encuentran en el cartílago y que se sabe que fortalecen las articulaciones y la médula ósea proporciona vitamina A, vitamina K2, minerales como zinc, hierro, boro, manganeso y selenio, así como ácidos grasos omega 3 y omega 6. También proporciona colágeno, que se convierte en gelatina cuando se cocina y produce varios aminoácidos importantes. A medida que los ingredientes hierven a fuego lento, sus nutrientes se liberan en el agua en una forma que el cuerpo puede absorber fácilmente.

Mejora la digestión

El caldo de huesos no solo es fácil de digerir, sino que también ayuda en la digestión de otros alimentos. Además, se ha demostrado que protege y cura el revestimiento mucoso del tracto digestivo. Un aminoácido en la gelatina llamado glutamina ayuda a mantener la función de la pared intestinal y se sabe que previene la permeabilidad intestinal, una patología asociada con varias enfermedades crónicas.

Malestar estomacalUno de los beneficios que ofrece el caldo de huesos es el de mejorar la digestión

Combate la inflamación crónica

Los aminoácidos que se encuentran en el caldo de huesos, incluidas la glicina y la arginina, tienen fuertes efectos antiinflamatorios y además, mejoran la salud de las articulaciones. De hecho son fundamentales para elaborar el colágeno, la principal proteína que se encuentra en huesos, tendones y ligamentos.

Pueden ayudar en las dietas para bajar peso

El caldo de huesos suele ser muy bajo en calorías, pero es muy saciante, sobre todo si te toma caliente. Este es uno de los motivos por lo que se suele recomendar su ingesta en las dietas de control de peso, porque además aporta una gran cantidad de nutrientes.