El brote de Covid-19 de Linyola (Pla d'Urgell) ya supera el centenar de casos y según fuentes municipales, los expertos epidemiológicos apuntan que podrían llegar a 600. Se trata del 25% de la población del municipio, que cuenta con poco más de 2.600 habitantes.

El alcalde Àlex Mases ha insistido en que la situación está "descontrolada" y ha vuelto a hacer un llamamiento a frenar la movilidad y a que todo aquel que es contacto o cree que tiene el virus se quede cerrado en casa.

400 personas confinadas

Actualmente hay unas 400 personas confinadas y desde el Ayuntamiento pedirá a los bares y restaurantes del pueblo que cierren hasta que la situación no mejore. Salud prevé hacer el viernes un cribado al alumnado, profesorado y personal no docente de la Escuela El Sitjar, a un total de 275 personas.

El consultorio local, que había cerrado esta semana por un positivo entre los facultativos, ha reabierto este jueves con 5 profesionales que se han desplazado de Cabeza de Mollerussa. Según Mases, están haciendo pruebas a contactos estrechos de los positivos. La actividad se ha reanudado con cita previa.

El centro de Linyola, vacío|hueco a causa del brote de coronavirus / ACN

El cribado que se hará el viernes a la escuela será con PCR. Según Salud, el objetivo es poder detectar asintomáticos en torno al centro para poder hacer el aislamiento y cortar la cadena de transmisión. La escuela tiene actualmente 45 alumnos y 2 docentes (2 grupos) confinados.

A pesar de Salud informa que en los últimos días el número de casos detectados son 72, el alcalde asegura que ya se superan los 100 y podrían llegar a ser 600 las personas que tienen coronavirus. Salud ha apuntado que están trabajando para garantizar que los contactos estrechos cumplan la cuarentena por medio de llamadas de los encuestadores de la Agencia de Salud Pública. En este punto, Mases ha lamentado que les consta que hay personas que tendrían que estar confinadas y no lo hacen y por eso ha reiterado el llamamiento a la responsabilidad.

Además, con el fin de reducir al máximo la movilidad y la interacción social en el municipio, se está colaborando con voluntarios de Cruz Roja, que actúan como agentes de salud comunitaria recordando las medidas de prevención de la covid-19 y repartiendo mascarillas entre los vecinos. También se cuenta con el apoyo de los equipos de trabajo social de Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud en Lleida y del Consejo Comarcal de Segrià.