Si la ampliación del aeropuerto de El Prat y la B-40 son dos elementos que rompen la mayoría que invistió al presidente Salvador Illa (PSC, ERC y Comuns), el proyecto del macrocomplejo de ocio que se tiene que instalar entre Vila-seca y Salou, bajo el nombre de Hard Rock, no puede ser menos. El caso es que los socialistas apuestan por todos estos proyectos, mientras que sus compañeros de legislatura los rechazan sin ambages. Este jueves se ha visto claramente eso. Primero, con la votación de la cámara catalana favorable a la ampliación del aeropuerto de El Prat y la B-40 con la bendición del PSC, pero por la tarde la abstención de los socialistas ha permitido que la cámara catalana apueste "decididamente" por el desarrollo del Hard Rock. Los 60 diputados de Junts, PP y Vox han votado a favor de un punto de una moción de Junts centrada en las inversiones en el Camp de Tarragona, mientras que los 44 de PSC y Aliança se han abstenido y los 29 de ERC, Comuns y CUP, en contra. El punto aprobado también defiende que el proyecto "desestacionalizará el sector y generará puestos de trabajo de calidad y reducirá el paro del sector servicios", "El más alto de la demarcación, y parará inversiones del sector turístico de la Costa Daurada, de manera consensuada con los agentes sociales, cívicos y políticos del territorio", subraya el texto.
Otro de los puntos importantes de esta moción es la denuncia por parte del Parlament de Catalunya de la "falta crónica de inversiones en infraestructuras que son de titularidad del Estado supone una pérdida de competitividad para la actividad económica, especialmente crítica en el Camp de Tarragona y en las Terres de l'Ebre". El punto, aprobado gracias a los votos favorables de los 61 diputados independentistas y la abstención de PP, Vox y Comuns —con el único voto en contra del PSC—, también pone énfasis en las deficiencias del proyecto del corredor mediterráneo ferroviario, el estado actual de Rodalies y Regionales y el colapso de la AP-7. Por eso, pide al ejecutivo de Salvador Illa que corrija su "inacción" y "recupere" su liderazgo para que el Gobierno "cumpla" con sus obligaciones.
El pleno también ha aprobado instar al ejecutivo a presentar en el Parlament antes de seis meses el proyecto de ley de polígonos de actividad económica. El texto subrayaba la necesidad de trabajar para la mejora de los accesos y las conexiones de los polígonos del sur de Catalunya con las principales infraestructuras de comunicación. Al mismo tiempo, se ha aprobado "implicarse activamente" en la captación de nuevas inversiones en la zona, especialmente en ámbitos como el agroalimentario, la industria, la investigación y la inteligencia artificial, como también el "rechazo a campañas de criminalización que hacen determinados colectivos contra el sector turístico". Con todo, el pleno del Parlament también ha dado apoyo a la tramitación del Plan Director Urbanístico del Centro de Innovación del Vehículo Autónomo y Conectado - CIVAC en la comarca del Baix Penedès, como proyecto "estratégico para el desarrollo económico y tecnológico".
Disputa de Junts con PSC y ERC
Durante el debate, la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, ha cargado contra los socialistas porque nunca "levantan la voz para defender los intereses en Madrid". "Pone en riesgo el proyecto del hidrógeno verde, votando en contra", ha denunciado la vicepresidenta juntaire, que ha reivindicado el turismo como fuente de ingresos. Asimismo, PSC y Esquerra Republicana han respondido a los juntaires. Los republicanos acusan al partido de Puigdemont de "no plantear soluciones, más allá de la retórica." "Es evidente que hay una falta de inversiones crónica. Hace falta una financiación singular en nuestro país, porque es evidente que faltan recursos y para encontrarlos nos podemos quedar en una moción o buscar propuestas", ha dicho la diputada de ERC Raquel Sans, que acusa el modelo juntaire de "caduco" y "basado en los casinos y en normalizar el juego".
Los socialistas, por su parte, han reivindicado dos proyectos, como la gigafactoría de Mora la Nova, anunciada hace unas semanas y que supondrá una inversión de entre 3.000 y 5.000 millones de euros. "Acompañamos, por parte del Govern, al Port de Tarragona para que sea un hub Mediterráneo para fabricar y montar molinos eólicos flotantes. También la inversión privada en la logística en el sector agroalimentario que implica al Port de Tarragona o la convocatoria de subvenciones para proyectos empresariales que se lleven a cabo en las zonas de transición nuclear", ha dicho Rosa Maria Ibarra haciendo una lista de todos los proyectos que considera que ha impulsado el ejecutivo de Illa. De hecho, también ha citado el tranvía del Camp de Tarragona, las inversiones en el riego o la fábrica de baterías Lotte en Mont-roig del Camp.