Los prediabéticos son aquellas personas que tienen niveles de azúcar en la sangre más altos de lo normal, pero aún no lo suficientemente altos como para un diagnóstico de diabetes tipo 2. Más o menos, se calcula que podría afectar al 10 % de la población y de ellos más del 70% si no toman medidas desarrollarán la enfermedad, con lo que esto conlleva para su salud. Pero aún en situación de prediabetes, aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, metabólicas y renales.

Un ensayo clínico reciente recogido en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology ha examinado el potencial de los suplementos de vitamina D para proteger la salud renal de estas personas con prediabetes.

De hecho, en la población general, los niveles bajos de vitamina D en sangre se han asociado con un mayor riesgo de sufrir diversas enfermedades, incluida la propia diabetes tipo 2 y la enfermedad renal. La Doctora Sun H. Kim, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford y un equipo de expertos han sido los responsables de llevar a cabo este análisis secundario para evaluar los efectos de la suplementación con vitamina D en la salud renal en personas con prediabetes.

Bote de vitamina D

El estudio analizó a 2.423 adultos con sobrepeso u obesidad y diagnosticados con prediabetes. A un grupo le suministró 4000 UI por día de vitamina D3 y a otro grupo placebo, durante una media de tratamiento de tres años. “El estudio D2d es único porque reclutamos a personas con prediabetes de alto riesgo, que tenían 2 de 3 valores de glucosa anormales, y participaron más de 2.000 personas, lo que representa el ensayo de prevención de la diabetes con vitamina D más grande hasta la fecha”, asegura la doctora Kim.

Durante el ensayo, se dieron menos casos de empeoramiento de la función renal en el grupo de vitamina D que en el grupo de placebo. Los expertos concluyen que la vitamina D reduce la cantidad de proteína en la orina con el tiempo, lo que significa que podría tener un efecto beneficioso sobre la salud renal.

La Dra. Kim subraya que la suplementación con vitamina D es popular a día de hoy, sobre todo después de la pandemia, por lo que es más difícil que los ensayos clínicos de suplementación con vitamina D muestren los beneficios de la misma si la población estudiada no tiene deficiencia de vitamina D. “La mayoría de la población de nuestro estudio tenía suficientes niveles de vitamina D en sangre y una función renal normal”, afirmó. Por tanto, los beneficios de este nutriente podrían ser aún mayores en personas con niveles bajos de vitamina D en sangre o con la función renal reducida.