Cuándo ya hace más de tres años del primer caso de coronavirus en Catalunya, se sigue investigando como un virus en China se pudo propagar tan rápidamente por todo el mundo y que es lo que lo provocó. Estados Unidos siempre ha mirado al gigante asiático con mucha suspicacia, incluso con teorías alocadas. Ahora, sin embargo, un nuevo informe que han entregado los servicios secretos a la Casa Blanca apunta hacia un accidente en un laboratorio chino como a causa de la pandemia, tal como ha publicado el diario The Wall Street Journal. El texto se basa en nuevos datos de la inteligencia, aunque no genera consenso: otros departamentos de la administración e informes previos al Departamento de Energía no llegan a la misma conclusión y, por lo tanto, se tiene que analizar al detalle. Hasta ahora, algunas agencias de los Estados Unidos hablaban de una propagación del virus por el contagio natural, mientras otros todavía no han se han posicionado. 

El texto, elaborado por el departamento de Energía y que ya está en manos del gobierno, presenta una recopilación de informes y análisis de los últimos tres años y está firmado por el director de la Inteligencia Nacional del país, Avril Haine. Con todo, la agencia ha publicado este documento con "baja confianza", que significa que la información obtenida no es lo bastante confiable o está demasiado fragmentada para hacer un juicio analítico definitivo. También puede querer decir que no tienen bastante información para obtener una conclusión más sólida. En este caso, el departamento de Energía va en sentido contrario a dos otros informes del servicio de inteligencia, que consideraban que la pandemia había empezado a consecuencia de la transmisión de un animal a un humano. Primero se dijo que fue el murciélago, y después las miradas se fijaron en los pangolines, que fueron finalmente exculpados.

La teoría de la OMS sobre el origen de la pandemia

La teoría de los animales es la que ha defendido en los últimos años la Organización Mundial de la Salud (OMS) para intentar encontrar respuesta a la gran incógnita de la pandemia. En el 2021, se desplazó a Wuhan, la ciudad que se considera el epicentro del virus, donde investigaron el mercado de marisco donde se encontraron las primeras infecciones y el Instituto de Virología, que ha investigado la enfermedad. A partir de aquí, los expertos concluyeron que el virus es de origen animal, "con gran capacidad de transmitirse en humanos". Con todo, sin embargo, no se atrevieron a apuntar hacia una especie en concreto, tampoco a los murciélagos ni a los pangolines: "Son candidatos potenciales para la transmisión, pero las muestras de coronavirus encontradas en estas especies no son idénticas al SARS-CoV-2", argumentaban entonces.