Sellada, firmada y registrada. Vox ha registrado la moción de censura contra Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados con Ramón Tamames como candidato. Santiago Abascal y un grupo de diputados ha superado el trámite para poner en marcha la maquinaria parlamentaria. Después de registrarla, Abascal ha dado el paso porque su partido "no puede fingir" ni se puede quedar “sentados, silbando y de brazos cruzados” ante un gobierno “culpable para ir contra el Estado de derecho” y que “destruye la convivencia, la igualdad y la unidad nacional”. El líder de Vox también ha reclamado al PP que “todavía puede reflexionar” para sumarse a la moción de censura. “Hasta ahora nos han tratado con desprecio”, ha criticado Abascal, que ha defendido vehemente la figura de Tamames, "caracterizado por la experiencia, la independencia y el compromiso para convocar elecciones el 28 de mayo". "Él encarna la concordia y la unión entre españoles", ha resumido desde la sala de prensa del Congreso de los Diputados.

Los acuerdos del PSOE con el independentismo catalán y vasco ponen a Abascal de los nervios. Ha demonizado los acuerdos con los "terroristas de ayer", haciendo referencia a Bildu, y los "golpistas de ayer y probablemente de mañana", mecionando implícitamente Esquerra Republicana, en un ejercicio de "degradación democrática". "El pacto del gobierno con los peores enemigos de la nación solo puede ser una anomalía en una democracia", sostiene el texto, y por tanto hay que "eliminar la dependencia de nuestro sistema político de quienes trabajan incansablemente por su ruptura".

Toca ponerle fecha

La incógnita ahora mismo es poner fecha en el calendario. En este sentido, la formación de ultraderecha ha puesto prisa a Meritxell Batet porque lo haga "lo más pronto posible". La idea que se ha expuesto es que la moción registrada se debata en el Congreso antes de abril porque, en caso hipotético que prospere, el nuevo gobierno pueda avanzar las elecciones generales para hacerlas coincidir con las autonómicas y las municipales del 28 de mayo. La fecha tope que ha puesto Abascal para hacer la discusión es el 4 de mayo para que haya tiempo suficientes a convocar comicios estatales. Vox sueña con un super domingo electoral en plena primavera. En cualquier caso, la estrategia de Abascal, que ha recordado que en las cinco mociones anteriores el debate se hizo entre una semana y 30 días posteriores a la presentación, chocará con los tiempos que marca el reglamento y que está bajo la potestad de Meritxell Batet porque, una vez registrada, la Mesa del Congreso de los Diputados la tendrá que calificar antes de poner fecha, que está en manos de Meritxell Batet. Lo podría hacer en la reunión de este martes 28 de febrero o dejarlo para la próxima semana, el 7 de marzo. A partir de aquel momento se informará al presidente del gobierno y a los portavoces parlamentarios y se abre un plazo de dos días para que se presente una moción alternativa. Según el reglamento de la cámara, el debate no se podrá hhacer antes de los cinco días posteriores al registro, que se ha efectuado este lunes. En cualquier caso, el cálculo es que no se llevará al pleno hasta la segunda quincena de marzo teniendo en cuenta que la semana entrante se debate la reforma de la ley del solo sí es sí.

Será la segunda moción de censura de la legislatura, la sexta desde el restablecimiento de la democracia. En la de finales del 2020, Vox presentó a Santiago Abascal como candidato a sustituir a Pedro Sánchez. En esta ocasión, la formación de ultra derecha se ha inclinado por un perfil académico, como es el economista Ramón Tamames, que ha avanzado que tiene "libertad absoluta" para decir lo que piensa. La diferencia respecto del otro debate es que Tamames no presentará ningún programa de gobierno ni se postulará como jefe del ejecutivo porque tiene el compromiso de convocar eleccions para el 28 de mayo, coincidiendo con las autonómicas y las municipales. El excomunista se dedicará a hacer un análisis de la situación que vive España y reprochará al gobierno de coalición la macedonia de pactos con que se sustenta. Antes de la intervención de Tamames, Abascal defenderá sin límite de tiempo los motivos que lo han llevado a intentar censurar a Pedro Sánchez otra vez.

Feijóo no asistirá

La moción de censura está abocada al fracaso y, por eso, se interpretará como un desafío al Partido Popular, a quien Vox busca desgastar a las puertas del ciclo electoral de 2023. El PP de Feijóo prefiere esta vez abstenerse, a diferencia de Pablo Casado, que votó en contra en el 2020 con un fuerte cruce de acusaciones con Abascal desde el atril. A pesar de no rechazarla, el portavoz del comité de campaña del PP, Borja Sémper, ha confirmado que el líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, no assistirà al debat de la moció por no participar en el "circo" i la "performance" de Vox. A su entender, será un "balón de oxigen" para Pedro Sánchez. Sémper ha acusado a la ultra derecha de acudir al "rescate mediático" del jefe del ejecutivo en el moment de "mayor debilidad" del gobierno PSOE - Unidas Podemos. Los socialistas, en cambio, hurgan en la ausencia del gallego en el Congreso. "Se han acabado las caretas, el señor Feijóo intenta lo que hace siemper, bendice el pacto pero se quita de la foto. Tirar la piedra y esconder la mano", ha explicado la vicesecretaria general y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, después de la ejecutiva de Ferraz.