Tres semanas después del caso de espionaje más grave contra el independentismo, Pere Aragonès y Pedro Sánchez todavía no han tenido una reunión para abordar la cuestión más allá del encuentro en el Círculo de Economía, y tres semanas después todavía no ha habido asunción de responsabilidades. La ministra de Defensa Margarita Robles está en el punto de mira después de haber justificado el espionaje, y es por eso que los partidos piden su dimisión, como ha hecho hoy la portavoz de ERC Marta Vilalta: "Como mínimo, quien tendría que asumir las responsabilidades en forma de dimisión es la ministra Robles", ha considerado, y ha asegurado que en cualquier estado del mundo ya habría sido cesada "de forma fulminante".

Vilalta ha sido muy dura con la ministra y con el presidente Pedro Sánchez, y ha alertado de que con la falta de respuestas y explicaciones están demostrando estar dispuestos "a cargarse la democracia" para defender la unidad de España: "Les es igual vulnerar derechos, de quien sea, lo que pasa por delante es la defensa de la unidad de España. Este es el mensaje que están transmitiendo ahora, que para defender el Estado todo se vale". La portavoz de los republicanos, además, ha acusado a la ministra Robles de pronunciar "el mismo discurso que Vox", en tanto que los ultras dicen que el espionaje se queda corto para parar el movimiento independentista. "Hacen falta menos secretos y más transparencia, las explicaciones con luz y taquígrafo y no a puerta cerrada", ha dicho Vilalta, que ha insistido en qué es necesaria una reunión entre Sánchez y Aragonès, porque puede ser "útil y necesaria".

 

Caso Borràs

Más allá del CatalanGate, otra cuestión que ha abordado Vilalta es la causa de la presidenta del Parlament Laura Borràs por la gestión de la Institució de les Lletres Catalanes. A pocos días para que haya novedades sobre este caso, empiezan a salir voces de los republicanos, que hasta ahora habían estado muy cuidadosos para no avanzar su posición sobre si blindarán o no a Borràs, que está a un paso de juicio por "abusar" de su cargo en la ILC. Ayer la secretaria general Marta Rovira, consideró que Borràs no tiene que sacrificar el movimiento independentista por su caso, y hoy la portavoz Marta Vilalta ha asegurado cerrar filas con la posición de Rovira, que está exiliada en Ginebra: "ERC está de acuerdo con aquello que dice Rovira, no nos pasa como otras formaciones políticas que se contradicen entre sus representantes", ha ironizado en referencia a Junts, que se encuentra en pleno proceso para cambiar liderazgos.

Vilalta ha insistido en que no avanzarán su posición sobre qué harán en el momento que se le abra juicio oral -ya que el reglamento del Parlament establece que se le tendría que suspender el escaño- pero ha considerado que las acusaciones a Borràs de prevaricación y malversación no son comparables a otras causas de represión contra el independentismo: "Las acusaciones a Borràs no son comparables a otras personas perseguidas por el 1-O. Es una acusación de mala praxis y vinculada al paraguas de la corrupción". Sea como sea, Vilalta ha dicho que intentarán acordar una respuesta consensuada con Junts y la CUP.

Acuerdo por el catalán

Y consenso no hay de momento en el acuerdo por el catalán, que ya se ha aplazado hasta tres veces en el Parlament a petición de Junts, que después de sumarse inicialmente al acuerdo entre PSC, ERC y Comuns para modificar la ley de Política Lingüística, ahora han hecho marcha atrás y lo condicionan a que haya consenso social. Para ERC, el hecho que los de Carles Puigdemont se hayan desmarcado, es por las disputas internas: "Las disputas internas de un espacio en concreto no tendrían que hipotecar debates del país como es el de la defensa de la lengua catalana, porque sería irresponsable. Esperamos que muy pronto se pueda superar la situación interna de Junts".