El asesor de Ciudadanos que fue miembro de la Junta Electoral Central y que maniobró para aprobar los recursos que presentaba la formación de Inés Arrimadas en contra del independentismo, Andrés Betancort, incumplió la ley administrativa durante esta etapa. Según un informe de la Universidad Pompeu Fabra que publican varios medios, Betancort, que también es profesor de este centro, no solicitó a la Universidad la compatibilidad profesional.

Por una parte, asesoraba a Ciutadans –y cobraba para hacerlo–, y por la otra ejercía como vocal de la Junta Electoral Central (JEC) sin avisar y tener el permiso de la universidad pública. No hacer este trámite supone un incumplimiento y un déficit administrativo, ya que legalmente un catedrático no puede ejercer estos cargos sin solicitud previa. Es por eso que la UPF ha reconocido en un informe que Betancor ha cometido una infracción.

Este miembro de la JEC participó en resoluciones decisivas como la exclusión de la candidatura de Carles Puigdemont a las europeas de 2019. También prohibió las candidaturas de Toni Comín y Clara Ponsatí.

La UPF excusa Bentacor

Según la ley de incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas, los profesores universitarios que quieren realizar una segunda actividad laboral tienen que presentar de manera "indispensable" una autorización previa por parte del centro. El asesor de Ciudadanos, en cambio, sólo solicitó, según la UPF, una reducción de la jornada y ya trabajó con el partido y a la JEC.

Sin embargo, el vicerrector de la Universidad ha explicado en el informe que se trata de una práctica "habitual" entre los profesores y ha admitido que hay una percepción errónea sobre este procedimiento, ya que muchos docentes piensan que sólo solicitando la reducción ya hay bastante. En este sentido, incluso, el vicerrector se atreve a defender la actuación de Bentacor y afirma que es un error "común".

El pasado mes de febrero, la Universidad Pompeu Fabra ya abrió un expediente al profesor para estudiar el caso. En aquella ocasión, sin embargo, el rector, Jaume Casals, fue más contundente y expresó su "profunda preocupación personal ante la posibilidad de que un profesor de la comunidad pueda tener una actuación éticamente tan reprobable".