La guerra volvió al Sáhara en 2020, en un conflicto de baja intensidad entre Marruecos, el Frente Polisario y la mano invisible de Argelia. En el territorio ocupado por el reino alauí, en la antigua colonia española o provincia 53 en sus últimos años, la represión a las manifestaciones por la autodeterminación saharaui y los arrestos y juicios a los activistas por parte de las autoridades marroquíes son constantes. De hecho, según fuentes y documentos consultados por ElNacional.cat, existen, al menos, 32 activistas y miembros de asociaciones saharauis que se encuentran condenados por la justicia marroquí. El número podría ascender hasta 33, tal y como denuncian en la marcha internacional Camino por la Libertad, que ha recorrido diferentes puntos del territorio español y francés y se ha encontrado con problemas para llegar a Marruecos. El listado de encarcelados al que ha tenido acceso este medio está formado, como mínimo, por: Mohamed Bani, Abdallah Sidi Bhah, Mohamed El Bachi Boutnguiza, Brahim El Ismaili, Abdalahi El Khfaouni, Sidahmed El Mjidi, Abdeljalil Laaroussi, Ahmed Sbai, Salek Laasiri, Naama Asfari, Mohamed Bourial, Cheikh Banga, Mohamed Khouna Babait, Hassan Dah, El Hossein Zaoui, Mohamed Lamin Haddi, Mohamed Lafkir, Bachir Khadda, Mohamed Tahlil, Abdellah Toubali, Khatri Dada, Hmatou Lakouiri, Brahim Fourtat, El Houssine Amadour, Aziz El Ouahidi, El Beur El Knatawi, Mohamed Dada, Abdelmoula Hafidi, Omar El Mahdi Alaiz, Zainlabidine Malah, Housine Borkba y Aimen El Yathrbi. 

Entre estos, cabe destacar el caso de El Houssein Amadour, muchas veces transcrito como Hussein Bachir Amadour, un activista estudiantil saharaui condenado a 12 años de prisión. Está acusado de participar en el ataque y asesinato a un estudiante marroquí durante las campañas por la autodeterminación del Sáhara Occidental en las universidades marroquíes de Agadir y Marrakech, aunque, tal y como han denunciado diferentes asociaciones y ONG no hay evidencias de los cargos de los que se le acusan. Aunque, quizá lo más sorprendente del caso, fue que Amadour fue repatriado a Marrakech por el Ministerio del Interior, dirigido por Fernando Grande-Marlaska, en 2019, pese a que asegura que pidió asilo político en Canarias en enero de ese mismo año. Algo a lo que Naciones Unidas ha reaccionado este mismo año y ha asegurado que "la medida adecuada consistiría en liberarle inmediatamente y concederle el derecho a obtener reparación, en particular en forma de indemnización, de conformidad con el derecho internacional". De momento, sigue en la cárcel de Ait Melloul 1, junto a Agadir (Marruecos).

Las dificultades del activismo saharaui al Oeste del muro marroquí

El Colectivo de Defensores Saharauis de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental (CODESA) lleva documentando desde hace más de diez años todo lo que sucede al Oeste del muro marroquí de separación del Sáhara, entre las protestas y la persecución que denuncian por parte de las autoridades marroquíes en El Aaiún, especialmente contra su presidente, Ali Salem Tamek. Este caso ha sido recogido también en el último Informe de Amnistía Internacional en el que se remarca, en el apartado de represión a la disidencia, que en enero de 2024 la policía marroquí "dispersó violentamente una manifestación pacífica de mujeres activistas saharauis en El Aaiún y propinó palizas a las manifestantes". Mientras que un mes después, en febrero, impidieron que se celebrara una conferencia de prensa sobre "la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental" que CODESA tenía prevista en el domicilio de Ali Salem, donde reside de alquiler, en la capital saharaui. 

 

En el caso de Ali Salem, CODESA denuncia que se han producido situaciones de acoso contra él en su propia casa que han sido documentadas por las cámaras de vigilancia instaladas en la fachada de su edificio. En estos vídeos se puede observar, según asegura el colectivo, cómo la policía marroquí habría realizado acciones de vigilancia entre el 24 de febrero y el 1 de marzo de 2025 y se habría producido lanzamiento de piedras contra su domicilio, así como otras supuestas acciones de intimidación por parte de las autoridades policiales. De hecho, en una resolución desde el Palacio de Naciones de Ginebra (Suiza) de la ONU se denunciaban estas acciones de asedio y ataques de naturaleza política contra "el defensor de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, M. Ali Salem Tamek". El activismo saharaui dentro de las fronteras de la antigua provincia 53 española está condicionado a actuaciones contrarias por parte de las autoridades del reino alauí, que consideran de vital importancia el control del Sáhara desde tiempos de Hassan II. 

En el Informe Anual sobre la situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental de 2024 de CODESA se presentan cinco casos acaecidos el año anterior, en el que murieron tres saharauis. Según aseguran, el 7 de octubre, Oussama Mouloud Al-Mahjoub, sucumbió a graves heridas en la cabeza causadas por "munición real disparada por miembros de las Fuerzas Auxiliares de las fuerzas de ocupación marroquíes". El 7 de noviembre, Ammar Majid, de 58 años, murió tras estar retenido bajo supervisión policial y en prisión preventiva en la cárcel local de El Aaiún. Por último, Houssain Aibid, el 2 diciembre, tal como explicaron fuentes familiares, apareció sin vida en el centro penitenciario de la capital del Sáhara. A estos tres casos denunciados por la organización se le unen decenas de heridos durante manifestaciones por la autodeterminación que han tenido lugar en El Aaiún o Villa Cisneros —rebautizada como Dajla— y registros en las viviendas de los participantes. Aunque, por ahora, que se tenga conocimiento, y como ha podido confirmar este medio, son 32 los activistas saharauis que se encuentran entre rejas en Marruecos por diferentes acusaciones y condenas, entre ellas la defensa de un referéndum en el Sáhara Occidental planteado por Naciones Unidas desde 1966.

Estos son los 32 activistas saharauis encarcelados en Marruecos

Los documentos a los que ha tenido acceso ElNacional.cat determinan que, en la actualidad, existen 32 presos saharauis, que las asociaciones y entidades no gubernamentales definen con frecuencia como presos políticos, en Marruecos. El listado, con los años de condena por parte de la justicia y autoridades marroquíes, son los siguientes:

Mohamed Bani

Condena: cadena perpetua.

Abdallah Sidi Bhah

Condena: cadena perpetua.

Mohamed El Bachi Boutnguiza

Condena: cadena perpetua.

Brahim El Ismaili

Condena: cadena perpetua.

Abdalahi El Khfaouni

Condena: cadena perpetua.

Sidi Ahmed El Mjidi

Condena: cadena perpetua.

Abdeljalil Laaroussi

Condena: cadena perpetua.

Ahmed Sbai

Condena: cadena perpetua.

Salek Laasiri

Condena: cadena perpetua.

Naama Asfari

Condena: 30 años.

Mohamed Bourial

Condena: 30 años.

Cheikh Banga

Condena: 30 años.

Mohamed Khouna Babait

Condena: 25 años.

Hassan Dah

Condena: 25 años.

El Hossein Zaoui

Condena: 25 años.

Mohamed Lamin Haddi

Condena: 25 años.

Mohamed Lafkir

Condena: 25 años.

Bachir Khadda

Condena: 20 años.

Mohamed Tahlil

Condena: 20 años.

Abdellah Toubali

Condena: 20 años.

Khatri Dada

Condena: 20 años.

Hmatou Lakouiri

Condena: 20 años.

Brahim Fourtat

Condena: 15 años.

El Houssine Amadour

Condena: 12 años.

Aziz El Ouahidi

Condena: 10 años.

El Beur El Knatawi

Condena: 10 años.

Mohamed Dada

Condena: 10 años.

Abdelmoula Hafidi

Condena: 10 años.

Omar El Mahdi Alaiz

Condena: 6 años.

Zainlabidine Malah

Condena: 4 años.

Housine Borkba

Condena: 2 años.

Aimen El Yathrbi

Condena: 2 años.

Doce de ellos, además, estuvieron en huelga de hambre durante varios días e incluso semanas en 2024 para intentar denunciar las "prácticas denigrantes" y el "maltrato" en las prisiones marroquíes. En cualquier caso, las organizaciones de derechos humanos exponen que el activismo saharaui es arriesgado y complicado en el territorio del Sáhara Occidental y, más aún, después de los últimos 50 años desde la salida de España del territorio, en lo que se estima que tan solo el 50% de la población de El Aaiún sería de origen saharaui mientras que en Dajla llegaría, en el mejor de los casos, al 5%.