El ministro de Exteriores en funciones del Gobierno, Josep Borrell, no lo tendrá fácil para conseguir el visto bueno del Parlamento Europeo para acceder al cargo de alto representante de política exterior de la Unión Europea, requisito imprescindible para remachar un nombramiento que Pedro Sánchez ha intentado vender como un éxito en política exterior y una muestra de su capacidad de influencia en los foros europeos.

Como ya se apuntó hace unas semanas, las polémicas que acompañan sistemáticamente a Borrell complican su futuro, tanto las de carácter político como las acusaciones de espionaje a las delegaciones catalanas en el extranjero o las descaradas maniobras de desinformación vehiculadas a través de la oficina de propaganda España Global, como las particulares, como en especial la utilización de información privilegiada en el caso de la venta de acciones de Abengoa, algo que ya ha llegado a distintos foros europeos.

Ahora, cuando se aproxima la fecha en que el Parlamento Europeo debe validar el nombre de Borrell como jefe de la diplomacia europea, que debería quedar listo en octubre, las posibilidades que el ministro sufra una encerrona en la Cámara europea se multiplican.

Según avanza hoy El Confidencial Digital, todo apunta a que los tres grandes grupos de la Eurocámara, el Partido Popular Europeo, el Partido Socialista Europeo y Renovar Europa –la antigua ALDE– se preparan para someter a un duro interrogatorio a Borrell, en sintonía con el que preparan otros dos grupos europeos, el de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el Confederal de la Izquierda Unitaria (GUE). Ambos grupos estarán representados en la comisión por Hermann Terstch (Vox) por el ECR, y Diana Riba (ERC) y Manu Pineda e Idoia Villanueva (Unidas Podemos) por el GUE. Más allá de la conjunción de estrategias de Vox i ERC en este caso, lo más sangrante es que parlamentarios del grupo socialista, al que pertenece el PSOE, se sumen a las maniobras de acoso y derribo de Borrell.

Abengoa, Abengoa

La sombra de Abengoa es muy alargada y, según el medio citado, nada evitará que Borrell tenga que dar explicaciones por la multa de la CNMV por vender acciones de Abengoa gracias a información privilegiada, pero otros episodios opacos de Borrell también serán puestos sobre el tapete, como unas declaraciones en las que, sin tapujos, consideró como “enemigo” a Rusia.

La confluencia de cinco grupos del parlamento europeo pondrá en un brete a Borrell, que podría quedarse finalmente sin su cargo europeo. Y el Gobierno sin un cromo de supuesto prestigio en el entorno europeo.