Un testimonio clave en la investigación de los atentados del 17-A fue pasado por alto por la Guardia Civil y la Fiscalía. Se trata de la declaración, en la Fiscalía belga, del imán que fue el jefe de Abdelbaky Es Satty y que confirmaría la relación del que fue imán de Ripoll con el CNI.

Según informa Público, la declaración del imán belga Soliman Akaychouh quedó escondida entre los más de 100.000 folios de la causa, bajo secreto de sumario hasta julio de 2018. El testimonio de Soliman Akaychouh revelaba que Es Satty, considerado como el cerebro de los atentados del 17-A, hablaba por teléfono desde Bélgica con los servicios secretos españoles un año antes de los ataques terroristas en Catalunya. El mismo Es Satty le habría confirmado este extremo.

Los abogados no encontraron este testimonio porque estaba escondido en un CD-Rom que la Guardia Civil entregó al juez con un resumen impreso sobre el contenido que no hacía referencia a esta declaración.

Interrogatorio

Una semana después del atentado, el 24 de agosto, la policía española pide una rogatoria a Bélgica para tomar declaración a Soliman Akaychouh, imán de Vilvoorde que fue jefe de Es Satty y que le financió un viaje a Bélgica. La policía belga, sin embargo, ya le había interrogado tres días después de los atentados, el 20 de agosto.

El 9 de octubre del 2017 el fiscal belga hace llegar a la Fiscalía de la Audiencia Nacional todo el expediente, 300 páginas de documentos, fotografías y testimonios, todos en neerlandés, entre ellos el de Soliman Akaychouh. El expediente se envió a la Guardia Civil para ser traducido y analizado. Siete meses después, la Guardia Civil envió al juez instructor un oficio resumiendo el informe belga en 26 folios donde no se hace ninguna mención a Soliman Akaychouh, ni tampoco a su testimonio. También le remite un CD con las actuaciones hechas por la Fiscalía belga con la traducción al castellano. La Guardia Civil destaca el testimonio de familiares de los investigados, pero en ningún momento destaca la del imán Soliman Akaychouh. De esta manera ni jueces ni abogados sabían nada de su declaración.