La vuelta del candidato a la Presidència, Jordi Turull, y de su mujer al Tribunal Supremo después de comer en Madrid se ha convertido en un espectáculo deplorable por la nula presencia de servicios policiales que ordenaran la gran presencia de medios de comunicación. "Respetad este momento, por favor", ha tenido que pedir Turull, que iba acompañado de su mujer y de dirigentes de Junts per Catalunya. El descontrol ha sido absoluto.

Turull ha entrado finalmente en la sede del Supremo, visiblemente emocionado.