Los presos políticos empiezan esta semana a pedir a Instituciones Penitenciarias el traslado a una prisión catalana. La legislación vigente les reconoce este derecho, y ahora que ya está el auto de procesamiento y que no se espera ningún trámite más en que el magistrado Pablo Llarena les tenga que requerir presencialmente en el Tribunal Supremo, los abogados están preparando las peticiones. Las acompañan de los dictámenes donde se exponen los argumentos basados en términos de arraigo social, familiar y también de derechos de los niños, sobre todo en los casos donde hay hijos menores.

El primero en pedirlo ha sido Jordi Cuixart. El presidente de Òmnium Cultural pide que lo acerquen a su familia para mitigar las consecuencia que está teniendo su encarcelamiento en su hijo Amat Cuixart Bonet. Por eso el dictamen incorpora un informe del jardín de infancia del niño que sólo tiene un año.

Cuixart ya lo ha pedido y Jordi Sànchez está en proceso de hacerlo. Pero el expresidente de la ANC y número 2 de Junts per Catalunya esperará a que Cuixart reciba respuesta. Así lo están trabajando los abogados que quieren esperar a ver qué pasa con la petición de Jordi Cuixart. Su situación es la más flagrante con respecto a los derechos de los niños y por eso ha sido la primera. El caso de Sànchez es muy diferente, si se tiene en cuenta las edades de los hijos. Con todo, el acercamiento de presos es un derecho al que los abogados no quieren renunciar y que pedirán los próximos días.

Mientras tanto, Sànchez se hace visible desde la prisión. Hoy se ha publicado el tuit que recuerda el castigo que está cumpliendo desde principios del mes de abril y que lo mantiene incomunicado 18 horas en la celda.