El Senado ha aprobado este miércoles de manera definitiva la reforma exprés de la Ley Orgánica del Poder Judicial a fin de que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) -la cúpula de los jueces españoles- pueda designar a dos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) que le corresponde nombrar. Se trata de un texto que revierte la limitación de las funciones del CGPJ para hacer nombramientos con el mandato caducado, que había impulsado el Gobierno en una modificación anterior que pretendía forzar el PP a pactar la renovación del órgano, y establece que el Poder Judicial tendrá que designar a los nuevos magistrados del TC antes del 13 de septiembre.

La reforma ha obtenido 147 votos a favor y 100 en contra. La anécdota interesante de la jornada la ha protagonizado el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, que ha cometido un error y ha votado a favor de esta reforma exprés. Ha sido, según asegura el Partido Popular, un "error humano". Se trata de errores que a veces se cometen en estas cámaras. De hecho, este mismo miércoles ha habido dos senadores socialistas, María Elena Diego Castellano y Alejandro José Zubeldia Santoyo, que han votado en contra de la reforma impulsada por su propio grupo parlamentario.

Se trata, todo, de una proposición de ley que en el Congreso de los Diputados consiguió el apoyo del PSOE, Podemos, Esquerra Republicana, PNV, EH Bildu, PDeCat, Más País y Compromís, entre otros. La derecha, en cambio, se opuso frontalmente. El PP, de hecho, puso como condición para seguir negociando la renovación del órgano la retirada de la propuesta.

Este miércoles, la senadora del PP Salomés Pradas ha denunciado que "estamos ante un toqueteo total de la justicia" por parte del Gobierno; y ha acusado al ejecutivo de Pedro Sánchez de querer controlar "sea como sea" el TC porque en la corte de garantías "hay asuntos que comprometen directamente la acción de este gobierno".

En esta misma línea se ha pronunciado su compañero Fernando de Rosa, que ha sostenido que aunque la Moncloa haya utilizado "el mantra que el PP no quiere renovar" el CGPJ, esta "contrarreforma" demostraría que en realidad la situación del órgano de gobierno de los jueces "les ha dado igual" porque el verdadero objetivo del ejecutivo sería "ocupar el TC". De Rosa también ha preguntado al PSOE cuántas "reformas y contrarreformas, enmiendas y autoenmiendas" promoverán hasta llegar a aquel objetivo. Concretamente, ha planteado qué hará el Gobierno si el CGPJ no nombra a sus dos candidatos al TC antes del 13 de septiembre -plazo que les impone la propuesta aprobada-, un escenario que ha asumido que "es poco probable, pero no imposible", o si incluso los designados no le gustan.