Seguidores de la Virgen del Rocío, conocidos como rocieros, han creado un partido político y se presentan a las elecciones municipales, para evitar que les puedan llamar a formar parte de las mesas electorales en los comicios locales y andaluces del 28 de mayo. Según informa la Cadena Ser, la lista se presenta en Mazagón (Huelva), y el objetivo de los seguidores de la Virgen no es otro que poder participar en la romería de Rocío. La subdelegación del Gobierno en Huelva ha confirmado que la lista, que se denomina Unidos por Mazagón, contiene todos los requisitos electorales.

Todos los integrantes de la lista son amigos o familiares de Palma del Condado, aunque se presentan a Mazagón. Otro candidato de esta localidad, de un partido local que se llama AVEMA, ha asegurado que en el pueblo -que en realidad es un enclave- "no les conoce a nadie".

Mientras tanto, sigue coleando la polémica en Catalunya por el gag que el programa Està passant emitió con la caricatura de la Virgen del Rocío. El juzgado número 5 de Sant Feliu de Llobregat ha abierto una investigación contra los presentadores del programa, Toni Soler y Jair Domínguez, por el gag sobre la Virgen emitido durante la Semana Santa. Según ha confirmado el TSJC, el juez ha admitido a trámite la denuncia presentada por la fundación española Abogados Cristianos contra los responsables del espacio, que están acusados de un delito contra la Constitución. La denuncia apunta que la actriz que representaba la virgen, Judit Martín, "flirteaba con uno de los directores del programa, y llegó a enviarle un beso y exclamar 'guapo!', y a preguntar: '¿Tú estás con el semáforo en verde? y '¿Y tú? Tú estás más madurito, pero yo no doy ascos a nada, eh?'". La intervención de Martín siguió afirmando: "Estoy más caliente que el palo de un churrero". Ahora el juzgado tiene que fijar la fecha para que Toni Soler, Jair Domínguez y Judit Martín vayan a declarar como investigados.

A pesar de las críticas al gag, la dirección de TV3 rechazó retirarlo porque consideran que se enmarca dentro de la libertad de expresión. El mismo director del canal público, Sigfrid Gras, aseguró que la parodia no quería "herir a nadie", sino que era una forma de "sátira y humor". "No lo pensamos retirar. Si lo tuviéramos que hacer cada vez que alguien se sintiera herido por un gag, no haríamos otra cosa", argumentó durante la sesión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals en el Parlament. A pesar de defender este gag de Està passant, Gras admitió que preferiría "no tener polémicas" como esta, pero apuntó que puede suceder, porque TV3 es "una televisión importante para el país".