Continúa la pugna entre el PP y Cs después de que el 21-D el partido que gobierna en España perdiera siete diputados en Catalunya. La configuración de ayer del Parlament todavía ha enfadado más a los populares, que ya no saben por dónde tirar para intentar atribuir al partido lideratdo por Inés Arrimadas el triunfo del independentismo.

De hecho, los de Mariano Rajoy utilizan la victoria de Cs a su conveniencia y, mientras cargan contra ellos para que el presidente de la cámara catalana sea independentista, aprovechan para presumir de que "ha ganado el constitucionalismo en votos en Catalunya".

Así lo ha evidenciado la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, en Herrera en Cope, donde ha criticado que los de Arrimadas no hayan cedido un diputado al PP para que pudieran formar grupo propio y así huir del grupo mixto, que comparte con la CUP. Santamaría ha lamentado no entender que "Cs dé a los independentistas la mayoría en todas las comisiones para no ceder un diputado al PP", y ha hecho pública su incomprensión, poniendo encima de la mesa que no entiende "por qué se priva de un aliado", ya que considera que eso "es contraproducente".

El líder del PP en Catalunya, Xavier García Albiol, en la misma línea que la número 2 de Rajoy, ha mostrado en Twitter su "preocupación" por la posibilidad de que los independentistas controlen las comisiones legislativas del Parlamento "por la negativa de Cs a facilitar el grupo propio a los populares ".

Soldados por la Constitución

Dejando bien claro que "cuantos más soldados seamos en la defensa de la Constitución, más posibilidades tendremos de ganar", la vicepresidenta española ha vuelto a insistir en que "cuando tome posesión del cargo el nuevo president, se dejará de aplicar el 155", siempre y cuando este nuevo jefe del Govern no sea el president en funciones, Carles Puigdemont, de quien ha vuelto a subrayar que "no puede ser escogido con una flagrante vulneración de la ley".

En este sentido, ha lanzado al aire una posible amenaza contra él cuando ha recordado que "Puigdemont tiene una orden de fuga y captura y las fuerzas de seguridad del Estado hacen muy bien su trabajo", y para empezar, con todas las actuaciones que está llevando a cabo el gobierno estatal, ha fanfarroneado sobre el hecho de que ahora ya no se oye "a nadie hablar de unilateralidad".

Y es que, gracias a la "aplicación solvente" del artículo 155 de la Constitución española, el ejecutivo de Rajoy ha conseguido "reponer la legalidad en Catalunya y frenar de raíz la independencia unilateral" y, precisamente por todo eso, Santamaría ha insistido en que su gobierno seguirá dialogando "dentro de la ley"; también ha manifestado que "este gobierno ni podía, ni puede, ni dejará celebrar un referéndum en Catalunya".