El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha optado por reducir la delegación de su ejecutivo en la mesa de diálogo, pasando de seis a cuatro ministros. A lo largo de la jornada del martes, hemos sabido que la Generalitat limitaba su delegación a la mesa del miércoles a la presencia de tres personas: el president Pere Aragonès y los consellers de ERC, Laura Vilagrà y Roger Torrent. Esta decisión la ha anunciado el mismo Aragonès después de no aceptar el equipo que proponía Junts para la reunión, formado por el vicepresident Jordi Puigneró, por Jordi Turull, Jordi Sànchez y Míriam Nogueras.

Ahora, los miembros que el ejecutivo estatal enviará a la mesa de diálogo este miércoles serán la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; y el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta. De esta forma, se caen de la lista los otros dos ministros catalanes, Raquel Sánchez (la titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) y Manuel Castells (ministro de Universidades).

Esta noticia se ha conocido después de que La Moncloa haya publicado la agenda de este miércoles 15 de septiembre. La previsión es que, a partir de las tres de la tarde, en el Palau de la Generalitat, Pere Aragonès y Pedro Sánchez se reúnan para "fijar los objetivos y metodología" de la mesa de diálogo. Posteriormente, en la sala gótica del Palau, comparecerá Sánchez ante los medios de comunicación y, después, Aragonès. Seguidamente, se producirá el encuentro entre los negociadores de ambos gobiernos.

 

Crisis en el Govern por la mesa de diálogo

La decisión de Junts de designar como representantes en la mesa de diálogo Jordi Sànchez, Jordi Turull y Míriam Nogueras, además del vicepresident, Jordi Puigneró, ha disparado la temperatura de la reunión del Govern de este martes hasta convertirla en una olla a presión. La válvula de seguridad ha empezado a silbar de manera peligrosa en el momento en que se ha puesto encima de la mesa una propuesta de presidencia en defensa de la mesa|tabla de diálogo y donde el ejecutivo afianzaba "su compromiso con el proceso negociador", un discurso en sintonía con la apuesta de ERC, pero que provoca escepticismo en Junts. En este punto, y ante la exigencia del president, Pere Aragonès, de aprobar el texto, el silbido de alarma era tan fuerte que la reunión se ha tenido que suspender.

El encuentro había empezado con Aragonès profundamente irritado al saber, a través de una llamada de Jordi Sànchez cuál era la propuesta de nombres de Junts para la mesa de diálogo. Aragonès insiste en que el acuerdo era que todos los miembros de la delegación formaran parte del Govern. Junts, sin embargo, niega que sea así y recuerda que esta condición no figura al pacto de Gobierno. Antes de empezar el Consell Executiu, Aragonès ha expresado también el enfado al vicepresident, Jordi Puigneró. Esta mañana, el president se ha dirigido a la reunión de Govern escoltado por la consellera Laura Vilagrà y el conseller Roger Torrent, los dos miembros del ejecutivo que lo acompañarán en la negociación con el Gobierno.

Los consellers han aprovechado el receso de la reunión del Govern para analizar la situación. Los de ERC han tenido oportunidad de constatar que la decisión de Aragonès de no aceptar los nombres que proponía Junts era firme y que el enfado del president no tenía nada impostado. Los de Junts han concluido que no tirarían atrás, que no retirarían su propuesta de nombres, pero tampoco querían tensar más de la cuenta la cuerda, tumbando el texto que les proponía presidencia, ni aparecer como un obstáculo para la reunión. Finalmente, han acordado que prosperara la propuesta de nombres de ERC, pero enmendando el texto, y absteniéndose en la aprobación.

La propuesta del Govern para la mesa de diálogo que ha aprobado el Gobierno, sólo incorpora los nombres de Aragonès y los consellers republicanos Laura Vilagrà y Roger Torrent, aunque deja la puerta abierta a que "el presidente, a propuesta del vicepresident del Govern, puede completar la delegación".

Junts apunta a La Moncloa

Junts ha acusado a la Moncloa de haber vetado a sus representantes en la mesa de diálogo. El secretario general del partido, Jordi Sànchez, ha advertido en rueda de prensa que no cambiarán los nombres que han propuesto para asumir este papel después de que el president, Pere Aragonès, había dejado claras horas antes que no les aceptaba con el argumento que los miembros de la parte catalana tienen que formar parte del Govern.

"Nosotros no dejamos sillas vacías, en todo caso a nosotros no se nos ha dejado entrar", ha advertido Sànchez, que ha denunciado a lo largo de la rueda de prensa que ha ofrecido este tarde que si Junts no forma parte de la delegación del Govern es porque han sido vetados.

El líder de Junts ha intentado descargar de responsabilidad a Aragonès y ha negado que se esté poniendo en cuestión el liderazgo del president de la Generalitat, no obstante, ha admitido que es un "mal presagio haber aceptado esta censura".

Aunque Aragonès ha emplazado públicamente a sus socios a plantear una propuesta de nombres integrada por miembros del Govern, Sànchez ha asegurado que no corregirán su propuesta porque "sería una mala praxis aceptar las condiciones y exigencias que el Gobierno plantea".

"Estaremos fuera hasta que nos vuelvan a abrir la puerta. No nos quieren porque les somos incómodos", ha sentenciado, además de ironizar que no harán "como los hermanos Marx: si no les gusta esta propuesta tenemos otra".

 

Imagen principal: Pedro Sánchez, en la sesión del control del Gobierno en el Senado. Europa Press.