¿Por qué España cambió su histórica posición a favor de un referéndum de autodeterminación en su antiguo territorio del Sáhara Occidental? Es uno de los secretos mejor guardados de la presidencia de Pedro Sánchez, a pesar de la insistencia de la oposición para que lo aclare y las diferencias con sus socios de Sumar, que se oponen a toda cesión a Marruecos. Pero la cuestión continúa rodeada de la máxima opacidad, como se ha evidenciado de nuevo en la cumbre bilateral hispano-marroquí celebrada este jueves casi de forma clandestina en la Moncloa. En el encuentro, vetado a los periodistas, Pedro Sánchez ha ratificado el apoyo de España a la resolución de la ONU que avala convertir el Sáhara en una autonomía bajo soberanía de Marruecos y ha elogiado la cooperación “leal y ejemplar” de Marruecos en la lucha contra la inmigración irregular.
Sánchez ha sellado con su homólogo marroquí, Aziz Akhannouch, una declaración conjunta fruto del clima de entendimiento entre Madrid y Rabat en la XIII Reunión de Alto Nivel (RAN) que celebran los dos estados vecinos. Una buena relación que es fruto del apoyo de Sánchez en 2022 a los planes autonomistas de Marruecos para el Sáhara. El apoyo de EE.UU., Francia, el Reino Unido y España a convertir el territorio en una autonomía, obviando así el compromiso descolonizador mediante un referéndum de autodeterminación, cristalizó en una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada el pasado 31 de octubre, según la cual “una autonomía genuina podría representar el resultado más factible” para el futuro político de la antigua provincia española.
España empezó a reclamar el Sáhara en 1885 y lo colonizó a partir de 1930. El 1975, el territorio, convertido en provincia, fue abandonado y parcialmente ocupado por Marruecos con la denominada Marcha Verde, ahora hace 50 años, en tiempos de Hassan II y mientras el dictador Francisco Franco agonizaba. Marruecos está en guerra por la soberanía del territorio con los independentistas del Frente Polisario, el ejército de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), que, fundada en 1976, sobrevive precariamente en el exilio en los campamentos de Tinduf, en la vecina Argelia. El Polisario controla menos de una cuarta parte del territorio desértico de la antigua colonia española, al otro lado del muro defensivo que levantó Rabat. La ONU mantiene desplegada una misión para el referéndum (MINURSO), porque considera el Sáhara pendiente de descolonizar. Hasta ahora, todos los gobiernos españoles se habían mostrado partidarios de completar la descolonización con un referéndum de autodeterminación que Marruecos rechaza.
De hecho, la declaración conjunta, de 23 folios y 119 puntos, solo menciona el Sáhara Occidental en uno de ellos, el octavo, en el que se indica que Pedro Sánchez, "ha reiterado la posición de España sobre la cuestión del Sáhara Occidental". El texto remite a la anterior declaración conjunta del 7 de abril de 2022, en la que ambos países refrendaron relaciones después de una grave crisis diplomática desatada por un encuentro entre Sánchez y el rey Mohamed VI en Rabat. En aquella declaración, "España considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver este desacuerdo". En marzo de 2022, Sánchez había trasladado al monarca alauí una misiva en la misma línea.
Satisfacción de Marruecos y reproches de Sumar
La posición de Sánchez ha sido celebrada por Marruecos. Si el rey Mohamed VI dejó claro en su día que el Sáhara “es el prisma con el que Marruecos mira al mundo”, el apoyo de Sánchez a la resolución de la ONU ha recibido los elogios de la agencia oficial marroquí MAP, que ha titulado: “Sáhara marroquí: España se felicita por la adopción de la resolución 2797 que subraya que una verdadera autonomía bajo soberanía marroquí es una solución de las más realizables”.
En cambio, Sánchez ha recibido los reproches de Sumar, su socio de gobierno, que mantiene una posición diametralmente opuesta sobre la cuestión saharaui. La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha difundido un vídeo en paralelo a la celebración de la cumbre en la que ha asegurado que no se cederá "ni un centímetro de tierra saharaui". “¡Hoy y siempre, viva el Sáhara libre!", ha cerrado. A la bilateral no ha participado ningún ministro de Sumar. Por parte del PSOE, además de Sánchez, han asistido la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen y cinco ministros más
Quejas por el secretismo de la cumbre
La cumbre se ha desarrollado también en un clima de secretismo. El gobierno español ha informado del contenido del encuentro en una nota de prensa y ha hecho público el texto suscrito por los dos estados, pero sin que los respectivos primeros ministros hayan hecho declaraciones ni comparecido en rueda de prensa. Ante esto, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) ha lamentado la "opacidad" informativa en torno a la cumbre. También la Asociación de la Prensa de Madrid ha rechazado que se quiera convertir a los periodistas en "meros espectadores de un acto de gran trascendencia".
