El Gobierno no piensa negociar los votos de Esquerra Republicana en una investidura. Aunque ahora mismo el apoyo de los independentistas catalanes sea imprescindible para tirar adelante la conformación del nuevo ejecutivo de Pedro Sánchez, la portavoz Isabel Celaá ha querido dejar claro este viernes que nada será negociado a cambio de facilitar la investidura del candidato socialista. El ejecutivo en funciones sigue enrocado en un dilema: o la oposición deja de bloquear la investidura o puede haber repetición electoral.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, donde la portavoz en funciones ha defendido la división de poderes después del final del juicio del procés, el ejecutivo socialista ha querido ser muy claro: "Nada será negociado". En este sentido, ha señalado que "el que se abstenga se abstendrá libremente", sin ninguna contrapartida por parte de Moncloa.

Sobre la decisión del Tribunal Supremo de denegar el permiso a Oriol Junqueras para recoger el acta de eurodiputado, la dirigente española ha asegurado que, a pesar de la "mezcla de emociones" que pueda haber, "no tendría que complicar" el entendimiento con los republicanos. "Abrir caminos en la política es lo que nos llevará a poder dialogar y encontrar razonablemente caminos de soluciones", ha insistido.

Un viernes más, la ministra portavoz ha recordado que el PSOE ha tenido "cuatro victorias en cuatro elecciones" y que no hay alternativa a un gobierno de Pedro Sánchez. Es por eso que ha vuelto a reclamar que la oposición facilite la investidura con una abstención. "Es preciso poner en marcha la nueva legislatura y hacerlo cuanto antes mejor", ha defendido. Los obstáculos, ha añadido, serían "criticables". Si no, ha invocado el artículo 99 de la Constitución, que establece que, si no se consigue una investidura, haya elecciones repetidas al cabo de dos meses.

En este punto, se ha querido dirigir individualmente a Ciudadanos para que "reflexione sobre su posición en la política" y "modifique la posición de obstaculización por una de construcción". Le ha recordado el ultimátum que le ha hecho el partido de Emmanuel Macron. "Sorprende que aquellos que nacieron con vocación de centro no se presten a construir la única alternativa que hay para garantizar la gobernabilidad", ha insistido. Pero también se ha dirigido al PP, recordando la abstención socialista con Mariano Rajoy en 2016.