Las supuestas intenciones de Pedro Sánchez se han conocido a través de un teletipo de la agencia estatal EFE este lunes por la mañana: "Pedro Sánchez baraja convocar las elecciones generales para el 14 de abril". Ha sido a un día del inicio del debate de la tramitación de los presupuestos, que hoy no cuentan con los apoyos necesarios para continuar la vida parlamentaria. Fuentes de la Moncloa no han desmentido la información, y se han limitado a recordar que tienen los esfuerzos centrados en unas cuentas que son "buenas para Catalunya y España". Desde todos los sectores ha sido leído como un ultimátum a los grupos independentistas para conseguir la tramitación de los presupuestos, pero el tiro de este cartucho parece que ha salido por la culata.

ERC y PDeCAT, el "globo sonda" --como lo ha descrito la portavoz Elsa Artadi-- les ha entrado por una oído y les ha salido por el otro. Especialmente después del pinchazo de la manifestación de la derecha y la extrema derecha en la plaza Colón de Madrid. "No sé aqué responde esto de las elecciones, pero parece un farol", asegura a El Nacional un diputado independentista en Madrid. "Si le fuera mal en estas elecciones, podría hundir a sus barones", apunta. Otras voces hablan de "chantaje". Estos supuestos comicios anticipados tendrían lugar a menos de un mes y medio de las elecciones municipales, europeas y autonómicas en muchas comunidades.

Las posiciones siguen en el mismo punto que la semana pasada: mantienen las enmiendas a la totalidad registradas hace unos días. "De momento, nosotros aguantamos", asegura otro parlamentario independentista en el Congreso. Desde los dos grupos tienen claro que hace falta que llegue un gesto firme y decidido desde la Moncloa, especialmente después de que la semana pasada se evidenciaran los obstáculos del diálogo, cuando el gobierno español se levantó de la mesa.

Este mismo lunes, en una entrevista en Catalunya Ràdio, el president Quim Torra ha dejado claras cuáles son las tres condiciones "mínimas" para mantener el diálogo interrumpido y tramitar los presupuestos de Sánchez: concretar la figura del "relator internacional" de la mesa de partidos, aceptar el diálogo sobre el derecho a la autodeterminación y el fin de la represión (que ha ejemplarizado con las detenciones en Girona).

Hasta el momento, la única respuesta de Sánchez ha sido el "globo sonda" de las elecciones y un hilo de Twitter donde reitera que no aceptará un referéndum de autodeterminación. El debate de los presupuestos en el Congreso empieza este martes al mediodía, con la intervención de la ministra de Hacienda María Jesús Montero, y continúa con los grupos que han presentado enmiendas. Son seis: PP, Ciudadanos, ERC, PDeCat, Coalición Canaria y Foro Asturias.

Desde Moncloa, pues, tienen margen para hacer un movimiento hasta el miércoles por la tarde, cuando tendrá lugar la votación de la tramitación. Hasta entonces, los partidos independentistas pueden retirar las enmiendas presentadas en cualquier momento. Si prosperan, los presupuestos de Sánchez serán tumbados a la primera de cambio, sin que sean debatidos.

En paralelo, a un kilómetro y medio de distancia, el martes por la mañana también empieza el juicio oral del 1-O, de una gran expectación mediática, dentro y fuera del Estado español. Desde los grupos independentistas con representación en Madrid argumentan que sus bases no entenderían que, mientras los presos políticos se sientan en el banquillo de los acusados, se tramitaran los presupuestos sin ninguna contrapartida.