El discurso de Navidad de Felipe VI recibió el visto bueno previo de La Moncloa, a pesar de esquivar los escándalos de corrupción de su padre. Y por si quedaban dudas, hoy ha recibido el aprobado posterior de Pedro Sánchez, que al menos públicamente ha querido cerrar filas con el monarca, a quien Pablo Iglesias ya quiere hacer la cama. El presidente español ha dicho que su comparecencia televisada fue "valiente" y que el jefe del Estado tiene "una hoja de ruta de renovación". Ha esquivado así el posible impulso de una ley de la Corona, como también pide Unidas Podemos, también con un éxito más bien discreto.

En su última comparecencia del año desde La Moncloa, desde donde ha presentado un informe de rendición de cuentas, Pedro Sánchez ha estado preguntado hasta tres veces seguidas justamente sobre una hipotética ley de la Corona. En la primera respuesta, se ha limitado a defender la "comparecencia valiente" del Rey, en la que "el jefe del Estado marcó claramente el rumbo hacia donde quiere dirigir la Corona". Ha subrayado que es una monarquía "parlamentaria, constitucional y adecuada a la España del siglo XXI", y que los "principios de su reinado" son la renovación, la transparencia y la ejemplaridad.

Ha sido preguntado por segunda vez por esta Ley de la Corona que ha esquivado. "Paso a paso. Se irá conociendo como se materializa esta hoja de ruta de renovación que marcó el jefe del Estado", ha respondido el presidente español. Cuando ha sido interrogado sobre esta "hoja de ruta", se ha puesto nervioso y ha echado balones fuera. "A lo largo de su reinado ha dado muestras con hechos de su vocación de caminar hacia una monarquía constitucional actualizada a los estándares de valores de la España del siglo XXI", ha concluido.

Nuevo llamamiento a Casado para renovar el CGPJ

Ha sido una comparecencia como las habituales de las últimas semanas y meses en La Moncloa. También ha incluido un llamamiento al jefe de la oposición, Pablo Casado, a "sentarse a negociar" la renovación del Consejo General del Poder Judicial, con el mandato caducado desde hace más de dos años. "Tiene que cumplir con la Constitución, si es que son un partido constitucionalista y lo tiene que hacer aunque le pese," ha insistido Sánchez, que ha lamentado que hace dos años que "está esperando a Casado". Ha deseado que el año que viene se rompa esta dinámica de bloqueo, también para órganos como RTVE, el Tribunal Constitucional o el Defensor del Pueblo.

Las fricciones de la coalición

Tampoco se ha salido del guion preguntado por las fricciones del primer año entre los dos socios del Gobierno de coalición. Ha quitado hierro, recordando que es el primer ejecutivo de estas características desde la Segunda República, y ha subrayado que "tiene muchas voces pero una única palabra que se materializa en el Boletín Oficial del Estado". Ha dicho que los ministros "son del Gobierno y no de un partido o del otro". Todos ellos, ha concluido, tienen su gratitud.