Nuevo contratiempo. La comisión de investigación del Parlament sobre el CatalanGate, que se puso en marcha el pasado 21 de septiembre después de meses de dilaciones, todavía no ha empezado a trabajar que ya ha tenido que superar un nuevo obstáculo. Este, precisamente, fruto de la ruptura del Govern. Y es que la salida de Junts del ejecutivo ha forzado a un ejecutivo monocolor de ERC, en el cual se han tenido que hacer retoques con el fin de suplir todos aquellos Departamentos capitaneados por consellers de Junts. Uno de estos, el de Acción Exterior que lideraba Victòria Alsina, ha comportado que la hasta entonces diputada de ERC Meritxell Serret haya hecho el paso para convertirse en nueva consellera.

El problema es que Meritxell Serret había sido también designada presidenta de la investigación del CatalanGate en la cámara. Su nombramiento como consellera lo ha obligado a dar un paso al lado en esta comisión, y ser sustituido por un compañero del partido. Así, este martes ha tenido lugar una reunión para ratificar el nombramiento de Josep Maria Jové, que es presidente del grupo parlamentario de ERC, como nuevo presidente de la comisión. Jové ha tenido un amplio apoyo, de ocho votos a favor y uno en blanco, pero que no ha evitado evidenciar la existencia de un cierto malestar, especialmente entre los independentismos, por la lentitud con que avanza la investigación. De hecho, en rueda de prensa, la diputada de la CUP Laia Estrada ha explicado que, después de meses esperando que se activara esta comisión, "es imprescindible que empiece a reunirse de forma ordinaria para trabajar de manera real".

Y es que, por ahora, los dos únicos encuentros de la comisión tan solo han servido para designar las presidencias del órgano. Durante un total de dos meses y medio, su constitución había sido atascada por las discrepancias entre sus impulsores. Ya en junio, fue la CUP quien dio una golpe sobre la mesa para denunciar que ERC y Junts lo estaban "boicoteando", ya que ambas formaciones chocaban en quién tenía que presidirla. No fue hasta un mes después de que los dos partidos se pusieron de acuerdo y aceptaron que la presidencia recayera sobre Meritxell Serret.

La comisión en la cámara catalana nace después de que en el Congreso de los Diputados se vetara la creación de un órgano para investigar allí el CatalanGate. La del Parlamento tendrá un año para hacer su trabajo y elaborar un dictamen de conclusiones que sea debatido y votado por la cámara. El objetivo es que asistan especialistas, técnicos, responsables políticos, funcionarios públicos e incluso altos cargos de la Administración General del Estado, un objetivo, sin embargo, que no será fácil de conseguir, ya que es previsible que estas figuras rechacen asistir.

Vox abandona la comisión

Más allá de todo eso, Vox ha anunciado durante la sesión de hoy que abandona la comisión y no seguirá participando. El diputado de extrema derecha Alberto Tarradas ha asegurado que el año 2017 el Gobierno "cometió un golpe de estado atentando contra la unidad de España y el estado de derecho" y ha justificado el espionaje contra los independentistas. "Ante estos hechos, es evidente y natural que el Reino de España tenga no sólo el derecho sino la obligación de defenderse", ha asegurado.