Las demandas de Junts a ERC de hacer frente común en Madrid han caído, de momento, en saco roto. Los republicanos tienen su propia agenda en el Congreso, con el principal objetivo de conseguir una financiación singular para Catalunya, que negocian con el Ministerio de Hacienda, y las peticiones de los juntaires —no es la primera vez que lo plantean, pero hacía tiempo que esta propuesta estaba guardada en un cajón y ahora vuelve a estar en el orden del día— no han sido especialmente bien recibidas. Hay que tener en cuenta, además, que quien lidera el partido en Madrid es Gabriel Rufián, uno de los dirigentes del partido más críticos con los de Carles Puigdemont y con quienes acostumbra a confrontarse, especialmente por los votos en contra de Junts contra algunas de las propuestas que ERC considera positivas para el país, como la reducción de la jornada laboral. Ante la insistencia de los juntaires, que han criticado que ERC haya apostado por una reunión entre Oriol Junqueras y Pedro Sánchez en lugar de recoger su guante, Rufián ha vuelto a cerrar la puerta a esta posibilidad, aunque ha puesto una serie de condiciones para poder planteárselo.
"Admirable (enésimo) intento del mundo convergente (expertos imparciales en compol incluidos) para someter al grupo de ERC en Madrid con la excusa de 'hacer un frente común'", ha escrito en las redes sociales, empleando su habitual ironía, antes de pedir que se disculpen con su partido y que "dejen de hacer daño a Catalunya votando con PP y Vox". Rufián considera que Junts debe unas disculpas a los republicanos por lo que ha descrito como la "turra miserable del 'a cambio de nada'", en referencia a las críticas de Junts y ERC en la pasada legislatura por sus negociaciones con Sánchez. "Y (quizás) hablamos. Mientras tanto, que dejen de vender mercancía tóxica a la gente", ha añadido el republicano. Con este planteamiento, parece complicado que pueda haber una reconciliación entre los dos partidos, que, a pesar de que en el Parlament se ha perdido la mayoría independentista, en Madrid tienen un gran poder con 14 diputados (siete por formación) claves para aprobar cualquier medida.
Desde un primer momento, Esquerra Republicana vio la mano tendida de Nogueras, en medio de la grave crisis que atraviesa el PSOE, con mucho escepticismo. El portavoz de los republicanos, Isaac Albert, optó por la ironía, dando "la bienvenida" a los juntaires porque "ya era hora de que Junts se sumara a la defensa de Catalunya". "Hace tiempo que decimos que cuantos más seamos, más fuertes seremos en la negociación. Tenemos abiertos frentes importantes en materia de financiación y de Rodalies", argumentó el portavoz de ERC. Y añadió un dardo a los de Puigdemont: "Aprovechemos el momento antes de que pasen 24 horas y cambien de opinión".
