En la Casa Real este año harán horrs extraordinarias. El rey Felipe VI ya ha puesto en marcha este martes su ronda de consultas para la investidura, que se alargará dos días. La primera acabó con una doble votación fallida de Pedro Sánchez y la segunda finalizó sin candidato. Ahora el monarca tendrá que recibir hasta 18 partidos del Congreso más fragmentado de la historia. Pero no recibirá una vez más a Esquerra Republicana, que se ha vuelto a negar a visitar la Zarzuela, y por lo tanto no conocerá la opinión clave para el desbloqueo. Los socialistas quieren atar tan pronto como sea posible las abstenciones republicanas. Desde Calabria, en cambio, prefieren "un buen acuerdo a un acuerdo rápido", si es que acaba habiendo acuerdo.

Las vistas no están puestas en Madrid, sino en Barcelona. Las negociaciones avanzan en paralelo al protocolo monárquico. Este mismo lunes volvieron a reunirse de forma discreta los equipos negociadores del PSOE y ERC ya en la capital catalana. Tan discreta que se supo por una filtración. Si bien las dos partes describieron el encuentro como "preparatorio", lo cierto es que estuvieron debatiendo durante horas, desde el mediodía hasta entrada la tarde y había las mismas seis personas: Gabriel Rufián, Marta Vilalta, Josep Maria Jové, Adriana Lastra, José Luis Ábalos y Salvador Illa. Este martes a las 12 del mediodía, también en Catalunya, habrá la tercera reunión oficial.

Con las autoexclusiones de ERC, la CUP, EH Bildu y el BNG, el rey Felipe VI empieza este martes por la mañana la ronda de consultas con los partidos minoritarios: Foro Asturias, Teruel Existe, el Partido Regionalista de Cantabria, Compromís, UPN, Nueva Canarias, Coalición Canaria, Galicia en Común y Más País. El miércoles ya será el turno de los actores más grandes: Alberto Garzón, Aitor Esteban, Jaume Asens, Laura Borràs, Inés Arrimadas, Pablo Iglesias, Santiago Abascal, Pablo Casado y, finalmente, Pedro Sánchez. Después de este maratón en el Palacio de la Zarzuela, mañana por la noche, comparecerán primero Meritxell Batet en el Congreso de los Diputados para anunciar el veredicto real y previsiblemente después el presidente en funciones desde La Moncloa.

La circunstancia es que sólo el PSOE tiene prisa para ir a un debate de investidura (que no vuelva a ser fallido). Los republicanos no la tienen, delante de un calendario judicial y político muy envenenado, si no tienen nada bien atadp. La ronda de consultas servirá para dejar los deberes hechos y sólo tener que poner fecha a la sesión en el Congreso de los Diputados. Si las cosas avanzan bien, los socialistas podrían forzar las máquinas para someterse la semana que viene a la confianza de la cámara. Si no, ya se resignan a ir hasta enero, como ha advertido ERC, que tiene la conformación del gobierno de coalición en sus manos.