Catalunya vive la quinta Diada reivindicativa, en la que miles y miles de personas han salido a la calle. Mientras tanto, y mientras la mayoría de los partidos políticos -menos el PP y Ciudadanos- hacían sus ofrendas florales a Rafael Casanova, el líder de C's, Albert Rivera, ha seguido los actos a distancia, desde Vigo y para hacer campaña para las elecciones gallegas.

Así lo anunciaba esta mañana a su cuenta de Twitter, donde dos horas más tarde ha deseado una buena Diada, pero ha deseado que "ojalá celebremos algún día una Diada para todos los catalanes, con lo que nos une y no con lo que nos separa".

Quien sí que ha dado la cara a Catalunya durante este Onze de Setembre ha sido la líder del partido en Catalunya, Inés Arrimadas, que lo ha hecho desde Premià, donde su formación había convocado un acto con motivo de la Diada.

Alimentar la confrontación

Arrimadas ha cargado duro contra el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, a quien le ha reprochado que "está alimentando la confrontación con España", porque considera que desde hace tiempo "se oyen declaraciones cruzadas" entre el Govern catalán y el estatal.

En su opinión, "ellos disfrutan con eso" porque "Puigdemont está encantado de que cuánto peor le va a Madrid, mejor para él, y nosotros no queremos entrar en esta dinámica". Además, la líder de C's en Catalunya ha querido dejar claro que la Diada de 2017 no se celebrará desde una Catalunya independiente porque "eso no es real y hay que hacer política realista".

Como su compañero, Arrimadas ha puesto de manifiesto que su deseo es que "fuera un día para todos y de todo el mundo, que cualquier ciudadano de Catalunya pueda celebrarla".