La exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, murió por cirrosis del hígado, según ha apuntado el informe definitivo de la autopsia. Este informe ha mostrado que Barberá murió por un "problema hepático" y que eso le provocó una "fallida multiorgánica", que acabó con su vida.

El informe definitivo de la autopsia ha revelado que tenía un problema grave de cirrosis, que era de carácter irreversible y que fue uno de los principales motivos de su muerte, según han apuntado El Mundo y Crónica.

Según los forenses de la autopsia, Barberá tenía líquido en el abdomen (conocido como ascitis), provocada por la hipertensión de las venas del hígado, debido a la cirrosis.

El 23 de noviembre de 2016 la dirigente popular sufrió una crisis respiratoria y murió a los 68 años. Los médicos le practicaron una reanimación cardiopulmonar. Sin embargo, sólo pudieron certificar su defunción.