El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, no es en este momento el personaje más popular entre la cúpula de la Guardia Civil. La directora del instituto armado, María Gámez, nombrada no hace ni cuatro meses, es blanco de las críticas de los mandos, que denuncian que hay una caza de brujas en la cúpula. Hay quien pide, incluso, su dimisión, según informa el digital VozPópuli.

La destitución de coronel Diego Pérez de los Cobos, jefe de la comandancia de Madrid, y la posterior dimisión del director adjunto operativo de la Guardia Civil, el teniente general Laurentino Ceña, han sublevado a la cúpula. Los argumentos para explicar el cese de De los Cobos no han convencido al cuerpo, que ha dirigido las críticas contra la directora Gámez, que fue colocada al frente del instituto armado por Marlaska, pasando por delante de las preferencias de la ministra de Defensa.

Fuentes citadas por el digital aseguran que la situación es insostenible y no se descartan más "movimientos" en los próximos días de miembros de la cúpula. Sostienen que la relación de confianza que tiene que haber entre los mandos y la directora ya no existe y denuncian presiones políticas. Llegan a hablar de caza de brujas y hay quien sostiene que tiene que presentar la dimisión.

El informe de la Guardia Civil encargado por la jueza que investiga a cargos del Gobierno por haber permitido la manifestación del 8-M, un informe lleno de falsedades, ha provocado una grave crisis en ministerio de Interior. El ministro, lejos de apaciguar el malestar por la destitución de De los Cobos, ha encendido todavía más a los mandos por sus explicaciones sobre los motivos del cese. El ministro habla de reestructuración y nuevo impulso del cuerpo, pero desde el instituto armado destacan que cuando se hace eso el relevo se conoce inmediatamente y no dos días después.